Ni la muerte hizo que los ciudadanos del cantón manabita dejen de votar por Omar Menéndez, de la RC5. Ganó la alcaldía con el 46,22% de votos.
Eran justo las 21:00 del 6 de febrero de 2023, cuando el expresidente Rafael Correa publicó un mensaje corto, que resonó a todo en todo Ecuador: “acaban de asesinar a nuestro candidato”. El crimen había ocurrido una hora antes, en el tercer piso de un edificio de Puerto López, ciudad en la que llevaba la delantera para ganar la alcaldía. Ni la muerte hizo que dejen de votar por Omar Menéndez; ganó con 46.22% de los votos.
Eso señala el resultado obtenido por Omar Menéndez, en Puerto López. En el cantón manabita estaban habilitadas para votar 16 438 personas. A pesar del miedo a la violencia, 46.22% de electores lo apoyaron. Lo hicieron, cuando Omar Menéndez yacía en un ataúd.
Menéndez, candidato por la Revolución Ciudadana (RC5), no fue la única víctima del atentado. Carlos Gonzalez Rodríguez, de 16 años, murió una hora después. Y hubo dos heridos.
El reemplazo
Verónica Lucas Marcillo, fue elegida como reemplazo de Carlos Menéndez. Ella deberá superar las fases de calificación dispuestas por el Consejo Nacional electoral (CNE), para poder recibir los votos ganados por Menéndez. Y así convertirse en la nueva alcaldesa de esta ciudad, ubicada al sur de Manabí.
Durante 2022, Manabí fue una de las tres provincias con índices más altos de muertes violentas en Ecuador; sumó 517. Eso según cifras del Ministerio del Interior. Solo en lo que va de 2023, se han registrado cerca de 50 muertes violentas en esta provincia.
Después del mensaje de Rafael Correa, los videos circularon en redes sociales. Decenas de manabitas se concentraron frente al edificio. No era la primera vez que mataban a alguien así, fugaz y despiadadamente. Ya lo habían hecho antes con padres, amigos, vecinos, hijos; esta vez alcanzó a un candidato, la noche previa a las alecciones.
Omar Menéndez fue la víctima más reciente de un proceso electoral que se vivió en medio de la violencia, dolor y miedo; algo nunca antes visto en la historia reciente de Ecuador. Pero no fue el único, Julio Cesar Fariacho fue asesinado semanas antes, en medio de su campaña electoral, él quería ser alcalde de Salinas.
Otros candidatos no fueron asesinados, pero perdieron a miembros de su familia y compañeros de trabajo, fueron amenazados con armas de fuego, bombas, hicieron explotar sus autos; vivían aterrados. Algunos hasta fueron a votar resguardados por policías.