Policías antimotines, Cruz Roja, Cuerpo de Bomberos y la Secretaría de Seguridad llegaron al campamento en Carcelén para pedirles a los venezolanos que se retiren. Frente a esta intervención, los dirigentes del campamento analizan la situación en una de las carpas.
En el campamento improvisado en el intercambiador de Carcelén, hay 59 migrantes venezolanos. De acuerdo al MIES, 17 de ellos están divididos en 4 familias. Juan Zapata, secretario de seguridad del Municipio de Quito, dijo que las 17 personas recibirán el apoyo de entidades humanitarias. Sin embargo, el funcionario explicó que «eso requiere de un protocolo y un tiempo». Hasta que eso se ejecute, las cuatro familias serán trasladadas a los Centros de Tránsito Temporal de La Tola y la Y.
El resto de migrantes venezolanos serán enviados al albergue San Juan de Dios (Centro Histórico de Quito). Sin embargo, hasta el momento, 41 venezolanos dejaron el campamento de forma voluntaria.
Los migrantes venezolanos tienen una preocupación. Ellos consideran que si les trasladan a los albergues que propone el municipio ya no tendrán otro sitio donde quedarse.
FUENTE: EL COMERCIO