La Presidenta de la Revolución Ciudadana reiteró que en estas elecciones la disputa es entre el gobierno del empresariado o uno popular, de la gente.
«Enfrentamos una hecatombe. Nadie puede pensar que fue al azar, exigimos a la Fiscalía resultados de las investigaciones sobre quién asesinó a Fernando Villavicencio», apuntó Marcela Aguiñaga, presidenta de la Revolución Ciudadana (RC5). Y reiteró que su movimiento fue el más perjudicado por ese asesinato, ocurrido el 9 de agosto, 11 días antes de las votaciones.
En entrevista con Ecuavisa, Aguiñaga agradeció al pueblo, por haber vencido al miedo y a la inmovilización, como se pretendía, para evitar que el ciudadano acuda a las urnas. La RC5, dijo, se consolida como el movimiento más fuerte, con más de 50 alcaldes y representación territorial en todas las provincias. El domingo, Luisa González y Andrés Arauz alcanzaron el primer lugar en votación.
Consultada en torno a si ya se llegó al techo del voto duro, con el 33%, Marcela Aguiñaga, prefecta del Guayas, hizo un apunte. Las encuestas les decían que tenían más del 38% del total del electorado.
Pero, «esta hecatombe, que se dio casi al finalizar la campaña, por supuesto que nos bajó e hizo que tengamos que recomponer las fuerzas de nuestra campaña. Pero la RC es la principal fuerza política del Ecuador y por eso agradezco a los votantes, no todos son militantes».
Sobre este momento, previo a la segunda vuelta electoral, Marcela Aguiñaga señaló que hay que hablar de cómo proporcionarán empleo y seguridad, etc.
Además, la Presidenta de la RC5 comentó que en las próximas elecciones, Ecuador se debate entre dos modelos de país: del empresariado o el del gobierno popular; es el poder en la gente o en unos pocos. Quedó claro, dijo, que hablar mal de Correa o el anticorreísmo ya no es rentable para ningún político, «ni decir que vamos a desdolarizar, tienen que inventarse un nuevo cuento».
En Ecuavisa le preguntaron por qué le parece mal el país del empresariado si los empresarios generan nueve de cada 10 empleos. Aguiñaga contestó que, esas cifras no son correctas ya que en este momento siete de cada 10 personas están desempleadas.
«El Estado tiene que intervenir con fuerza para la reactivación de la economía y la institucionalización en el ámbito de la seguridad. En términos generales hay que crear condiciones, si no le das seguridad al sector privado, cómo genera empleo».
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