El gobierno mexicano de Enrique Peña Nieto antes de retirarse y dar lugar al nuevo gabinete de Andrés Manuel López Obrador quiere dejar algunas cosas concretadas. Entre ellas la instalación del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, donde la dependencia federal admitió que el número de personas desaparecidas “es mayor, se percibe claramente y se sabe claramente”, a los números ofrecidos por el registro oficial.
Pero admitieron desde la dependencia, que por alguna cifra se debe comenzar a trabajar y el registro realizado arrojó que hay 37.485 personas desaparecidas. “Teníamos que basarnos en datos oficiales”, se justificó el secretario de Gobernación.
La secretaría describió este tema como uno de los más dolorosos y complejos que afronta el país, porque lleva implícito mucha exigencia y mucho enojo. Y anunció que existen 26 mil registros completos que pueden ser la base para iniciar “seriamente una búsqueda y localización” de las personas desaparecidas o de sus familiares en México.
Solo en 16 mil de los 26 mil registros se cuenta con huellas dactilares y fotografía de la persona, con lo que se podrá comprobar si las personas están entre los restos encontrados. Ahora se cuentan con 4.500 coincidencias y ya hay certeza en la identificación de 340, de las que 300 llevaban más de diez años desaparecidas.
La unificación de distintas plataformas creadas para las búsquedas han ido arrojando, a través del entrecruzamiento de datos, coincidencias imprescindibles para que evolucionen los rastreos.
Para la elaboración del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas se juntaron la base de datos del Instituto Nacional Electoral con el registro de huellas de los laboratorios forenses del país, señaló la secretaría.