La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y su propuesta de deportaciones masivas mantiene en alerta a miles de migrantes. Expertos señalan que esta medida incrementaría los costos de producción y aumentaría la inflación.
Punto Noticias.- Con más de 11 millones de indocumentados viviendo en los EE.UU., este grupo representa cerca del 5% de la fuerza laboral del país. La agricultura, la construcción y los servicios son los sectores donde se desempeñan, debido a la escasez de mano de obra que existe.
Nan Wu, del Consejo Americano de Inmigración, indicó que una deportación masiva incrementaría los costos de producción, retrasaría proyectos y aumentaría la inflación, afectando especialmente la asequibilidad de alimentos y vivienda.
Según analistas, los indocumentados realizan labores que muchos estadounidenses no están dispuestos a aceptar, debido a los bajos salarios y a las condiciones laborales, lo que sugiere que su presencia no desplace a la fuerza laboral local.
Contribución tributaria y económica
Contrario a la percepción de que los indocumentados no pagan impuestos, el Instituto de Política Fiscal y Económica estima que aportaron casi $97.700 millones en tributos durante 2022.
Este ingreso incluye impuestos sobre la renta, propiedad y consumo, aunque muchos de los servicios que ayudan a financiar les están vedados.
Los defensores de las deportaciones argumentan que el costo en servicios públicos supera este aporte, lo que plantea un debate abierto sobre su impacto fiscal neto.
Impacto en el crecimiento económico
La BBC mencionó que el Instituto Peterson de Economía Internacional, advierte que deportar a 1,3 millones de indocumentados podría reducir el Producto Interno Bruto (PIB) de EE.UU. en un 1,2% para 2028, y disminuir el número de empleos.
Los inmigrantes también son consumidores que sostienen la demanda en sectores como alimentos, vivienda y servicios básicos. Su partida, señalan economistas, implicaría una contracción en el consumo interno y un alza en los precios.
El dilema humano y político
El medio internacional señaló que más allá de los números, las posibles deportaciones también despiertan temores sobre la separación de familias. Una ciudadana mencionó que el riesgo de perder a su esposo o su madre es una preocupación constante, mientras sus hijos, ciudadanos estadounidenses, podrían enfrentar un futuro incierto.
Con su llegada a la presidencia en enero de 2025, Trump promete implementar la «mayor operación de deportación en la historia».
Las implicaciones de este plan no solo redefinirán el panorama político, sino que podrían transformar profundamente la economía y el tejido social del país.