Editorial de Radio Pichincha
Si bien es cierto que la Muerte Cruzada sepulta al actual régimen y sus acólitos, no es menos cierto que no se irán sin beneficio de inventario, como se dice vulgarmente. Ahora quieren hacer lo que no hicieron dos años. En tres meses quieren activar una serie de mecanismos legales, sin Asamblea Nacional, para favorecer a sus amigos y socios, sobre todo en el campo financiero.
Por ejemplo, la creación de zonas francas, figura compleja y hasta polémica, ahora está en la “bandeja de entrada” de la agenda de don Guillermo. Y hay denuncias ya de que el meollo de su propuesta no es el ingreso de capitales para mejorar e incentivar la producción sino para la entrada de capitales, sin evidenciar su procedencia, justo en el momento que se debate el lavado de activos, no solo en Ecuador sino en el mundo.
En otras palabras: ¿van a dejar entrar dinero de todo tipo para que con él se “vigoricen” los bancos y también se facilite el movimiento de capitales sin restricciones y con casi cero controles? ¿Estamos claros que una “zona franca financiera” tiene un solo objetivo? ¿Acaso no será que ahora quieren meter plata que sacaron a los paraísos fiscales y con ello hacernos creer que viene mucho dinero para inyectar en la economía?
Por supuesto, de don Guillermo y de sus amigos cercanos todo se puede esperar, pues en dos años intentaron todo eso y muchas cosas más, pero ahora, en tres meses, en su desesperación parece que no tendrán límite para esas obsesiones que camuflan con inversiones y toda una retórica que ya no les cree nadie, ni sus aliados.
Si hay responsabilidad, don Guillermo debería sentar en un set de televisión a tres o cuatro periodistas para que explique esto y pueda defender todo lo que está en la llamada “letra colorada”. No lo va a hacer, para eso tiene una “corte” de periodistas serviles, de la llamada Mafia Mediática, que no le van a exigir una respuesta. Pero, incluso, si fuese con ellos valdría la pena oírlo, dejar registro del verdadero interés de una “zona franca financiera” para entender en qué pantano nos va a meter antes de irse. PUNTO