La madre de la niña fue detenida y padecería problemas mentales.
Punto Noticias.- Por ser la principal sospechosa de causar la muerte a golpes de su hija de tres años y cuatro meses, una mujer de 19 años fue detenida.
Según información preliminar de la Policía Nacional, Daniela, una niña de 3 años y 4 meses de edad, regó un frasco de azúcar. Eso generó la ira de su madre, quien al retornar a su casa la habría golpeado con un palo de escoba en todo el cuerpo, dejándola inconsciente.
Tras el suceso, la madre llevó a la niña hasta una casa de salud, en donde indicó que Daniela se habría atragantado.
Los médicos confirmaron la muerte de la menor de edad y pusieron al tanto del caso a la Policía, debido a que el cuerpo de la niña presentaba heridas y hematomas de golpes anteriores.
El hecho se registró al mediodía del pasado lunes en el barrio La Esperanza, en Riobamba, y Adriana A., sospechosa de la muerte de la menor, fue detenida para investigaciones.
Luis Montesdeoca, director de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros de la provincia de Chimborazo, indicó que luego de recibir la alerta de lo suscitado, encontraron en un tacho de basura un palo de escoba roto.
Además, del palo de escoba, en la casa donde vivía la niña se hallaron otras evidencias, entre ellas un traje que llevaba puesta en el instante que sufrió los golpes y que presentaba algunas huellas de sangre, al igual que cabellos de la menor.
El funcionario expresó que se hizo el levantamiento del cadáver de la niña y se detuvo a los padres.
Lina Marcela Baena, quien junto a su cuñada recibieron en tenencia temporal a Daniela cuando tenía 8 meses de edad, contó que sus padres no podían mantenerla, principalmente, porque la madre padecía de problemas mentales.
Baena dijo que intentó por todos los medios legales obtener la tenencia de la niña, porque los padres no le generaban confianza. Fue así que por dos años peleó legalmente por la custodia de la menor de edad.
Fernando Pino, abogado que defendió la causa de Baena, lamentó lo sucedido y exigió justicia.
Mientras, un hermano de la niña, de un año de edad, quedó bajo custodia de los abuelos paternos.