Según reportes, han aumentado los embarazos adolescentes en la Parroquia Talagy, Puerto Napo.
Linda, Lina y Germania son tres mujeres amazónicas que buscan difundir y generar consciencia sobre lo que denominan como un «biocidio» en Napo.
El biocidio es considerado todo acto que implique la muerte de un animal sin necesidad, es decir, un crimen contra la vida
«La provincia de Napo sufre los estragos de la explotación minera metálica tanto legal como ilegal desde hace casi una década», señalan. Una muestra de ellos es Yutzupino.
Desde 2015 hasta marzo del 2023, la Fundación Ecociencia y el Proyecto de Monitoreo de los Andes Amazónicos determinaron que “la minería aumentó en un 300% en Napo».
Además, se revela que, del total de ese incremento de la actividad minera, aproximadamente el 17%, es decir, 145 hectáreas, se encuentra fuera de áreas destinadas legalmente a las actividades mineras.
Según las mujeres amazónicas, los cantones más afectados son:
- Carlos Julio Arosemena Tola
- y Napo.
La destrucción, hasta diciembre 2023, abarca 1.739 hectáreas.
Los ríos Anzu, Jatun Yacu, Napo, Huambuno, Puní, Arajuno, Iloculin, Poroto, Ila, Blanco entre otros son los que se han visto mayormente perjudicados.
«Las aguas contaminadas de los ríos provocan problemas de salud a la nacionalidad Kichwa que vive asentada a lo largo de estos ríos», reclaman las mujeres.
Las organizaciones de la nacionalidad Kichwa y los diferentes colectivos de la provincia han emprendido, a lo largo de los años, una serie de acciones legales para proteger sus territorios de la actividad extractivista.
Añaden que a los impactos ambientales «devastadores» se suman los impactos sociales.
Pero eso no es todo.
Según reportes del Consejo de Defensores de los Derechos Humanos y de la naturaleza, han aumentado los embarazos adolescentes en la Parroquia Talagy, Puerto Napo.
También, las escuelas y canchas escolares están siendo utilizadas como bodegas de los implementos para la actividad de la minería metálica, denuncian.