Editorial de Radio Pichincha
Un funcionario de alto nivel, como el secretario de Seguridad, Diego Ordóñez, señalado como misógino por denuncias y sanciones, salió a pedir una investigación sobre el patrimonio de unos jueces, pero no ha dicho que ahora el gobierno pedirá pesquisa judicial sobre las denuncias del embajador estadounidense sobre la existencia de jueces, fiscales y funcionarios judiciales vinculados al narcotráfico o que con sus decisiones favorecen a los criminales.
Parecería que ayer, por Día de Inocentes, ese funcionario dio la cara, pero para hacer malos chistes o inocentadas de mal gusto. Pero no es así. Lo dijo en tono muy propio de quien no sabe del tema o lo hace de tal modo que ni siquiera entiende lo que dice.
Concretamente se refirió a una investigación patrimonial de los jueces Vicente Oña, Simón García, Emerson Curipallo, John Rodríguez y Banny Molina.
Lo que preocupa y hasta fastidia son dos cosas que pasamos a enumerar:
1.- Lo dice casi 15 días después de la denuncia de un embajador. ¿Se tomó todo el tiempo? ¿Hizo cálculos? ¿O esperó a que ya no sea el embajador sino el mismísimo presidente de EE.UU. Joe Biden, quien le diera la autorización para la denuncia?
Bueno todo eso cabe, pero como dice el refrán: “En boca del mentiroso todo se vuelve dudoso”. Y no es una exageración.
2.- Al hacerlo, en calidad de secretario de Seguridad, no debió exponer lo que todo el mundo ha dicho y sabe. Si se pusiera a la altura de un cargo de esa magnitud y de las circunstancias el señor Ordóñez debió ya tener la lista completa de los señalados por la embajada y poner la denuncia con todas las de ley. Pero no, prefirió quedarse en un puñado que caerá porque no les favorecen ahora ni los medios ni los gremios. Y siempre quedará la duda: ¿para qué está entonces el súper secretario anti corrupción, Luis Verdesoto? ¿Si Ordóñez y Verdesoto no son capaces de atender con urgencia, prontitud y certeza el mandato de sus jefes superiores, los diplomáticos estadounidenses, para qué están ahí? ¿No habría sido mejor, con todo lo que implica, que sea el embajador quien nos diga cuáles son esos funcionarios judiciales identificados como narco jueces? ¿Y de paso, por qué el señor Ordóñez, no revela lista de los narco generales?
Queda claro que todo es un show político y mediático sin ningún resultado concreto, porque mientras ponen la cara de “Yo no fui”, muchos de esos jueces y generales siguen actuando con absoluta impunidad. Y lo seguirán haciendo porque, estamos seguros, tras la declaración de Ordóñez no pasará absolutamente nada. Y lo que hagan será mostrar nombres de peces flacos porque los gordos o ya no están aquí o se los pondrá a buen recaudo porque de hablar no solo caerán ellos sino quienes los han sostenido y protegido todo este tiempo, largo tiempo, más de un año. Así nomás. PUNTO.