Una madre de familia indicó que en los hospitales no hay suficientes medicamentos para garantizar los tratamientos de quimioterapias de los niños y niñas. Hay padres que hacen de todo para obtener recursos económicos, a través de rifas y comidas solidarias, pero incluso así, tienen que sobreendeudarse para salvar la vida de sus hijos.
El Ministerio de Salud Pública (MSP) detalló que de enero a agosto de este 2024 se han registrado 1.939 casos de niños y niñas de 0 a 11 años, diagnosticados con cáncer.
De ese número las provincias con más casos son:
- Manabí
- Pichincha
- Guayas
- El Oro
- Chimborazo
Del total de diagnósticos con cáncer, el 30,5% corresponde a niños y niñas que ni siquiera han cumplido un año de edad.
Rafael Palacios, presidente de la Asociación de Padres de Niños y Adolescentes con Cáncer (Apnacc), consideró que el número de diagnósticos es mucho mayor, pero los datos ya no son públicos ni transparentes porque los familiares de los menores de edad prefieren el anonimato, debido al abandono estatal hacia sus hijos.
“No hay estadística real o se omite. Los padres no quieren que se tomen sus datos porque se sienten en el desamparo y hay una especie de resignación”, manifestó Palacios.
Caso en Quito
'Esther', una madre de familia, denunció la falta de atención oportuna y medicamentos hacia su pequeña hija, ante los medios de comunicación y esto le costó que un hospital en Quito le llame la atención y le recrimine su actitud.
“La doctora tratante me reclamó y me dijo por qué he pedido ayuda al medio de comunicación”, cuenta.
Esther indicó que en los hospitales no hay suficientes medicamentos para garantizar los tratamientos de quimioterapias de los niños y niñas. Hay padres que hacen de todo para obtener recursos económicos, a través de rifas y comidas solidarias, pero incluso así, tienen que sobreendeudarse para salvar la vida de sus hijos.
La madre de familia señaló que en su caso le tocaba estar pendiente de las quimioterapias, porque a veces no se llamaba a su niña a recibir el tratamiento, por falta de la rituximab, un medicamento indispensable para este procedimiento.
“Cuando no había yo tenía que comprar”, recuerda.
Esther mencionó que cuando el hospital se daba cuenta de que los médicos pedían que se compre los medicamentos, sancionaban a los galenos o les llamaban la atención, pero para la madre de familia hubiese sido mucho peor si su hija no entraba a las quimioterapias.
“Si yo no compraba, no le ponían y eso es peor”, lamentó la madre de familia.
La madre detalló que a medida que el tiempo pasaba y el tratamiento era más agresivo, la pequeña presentaba problemas en el hígado y los riñones, de lo cual aún tiene secuelas, por lo que pidió que se derive a otro especialista.
“En abril de 2023 luego de recibir la quimioterapia, se dieron cuenta que los riñones no estaban funcionando bien, y me dieron cita para julio, tres meses después, no podía esperar”, mencionó.
Calidad de vida se deteriora
Esther vio que la calidad de vida de su hija se deterioraba, así que acudió a clínicas y médicos privados para garantizarle una atención oportuna. En tan solo un año, esto le ha costado USD 6.000, sin tomar en cuenta los medicamentos que ha tenido que comprar.
“En este país se usa a los niños para propaganda, pero no se vela por ellos como se debería”, lamentó.
La mujer cuenta que en el hospital ni siquiera había reactivos para hacerle los exámenes a su hija, por lo que tenía que acudir a laboratorios privados.
“Si uno no tiene plata para salvarle la vida a un hijo, es muy difícil, son muy pocos los niños que salen de la enfermedad. La mayoría entra al hospital pero se mueren porque se contaminan o porque se les baja las defensas”, mencionó.
Hoy Esther está preparando una nueva rifa solidaria porque sus recursos una vez más se agotaron y requiere continuar con tratamientos para recuperar los órganos de su pequeña hija.
Falta de acceso a la salud
El problema no solo se presenta en el sistema de salud pública, sino también en las clínicas privadas que por falta de pago del Estado se ven obligadas a cerrar.
El director ejecutivo del gremio de prestadores externos de salud, César Serrano, informó que solo el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) ha acumulado una deuda de USD 1.400 millones a lo largo de 16 meses.
“Las derivaciones del IESS son mucho más grandes que las del Ministerio de Salud”, acotó.
César Serrano detalló que cada año, los prestadores externos brindan siete millones de atenciones, sin embargo, la falta de pago del IESS ha provocado que 40 clínicas cierren de manera definitiva, afectando a tres millones de atenciones.
“Son pacientes que dejan de recibir tratamientos como las quimioterapias, radioterapias y diálisis”, ejemplificó.
Serrano criticó a la administración actual del IESS pues no le ha dado la importancia necesaria al tema, sin darse cuenta que afecta a cientos de pacientes, cuya vida depende de las atenciones médicas que han dejado de darse.
Niños: Explicación genética
El genetista César Paz y Miño explicó que los niños y niñas sí pueden nacer con algún tipo de cáncer, esto a propósito de los 593 casos de bebés de cero años, que han sido diagnosticados en este año.
“Normalmente los niños que nacen con este tipo de enfermedad, suelen ser diagnosticados con leucemia, pero también puede haber tumores sólidos, unos afectan a los riñones”, ejemplificó.
Paz y Miño detalló que existe la teoría genética respecto a que los niños, cuando son concebidos, reciben dos informaciones de papá y mamá, uno de ellos tendría los genes mutados que se desarrollan aún más en el embrión y feto: “Entonces ahí desarrollan el cáncer temprano”.
El genetista indicó que el riesgo de muerte es más alto, si los pacientes prolongan la aplicación de las quimioterapias o radioterapias.
César Paz y Miño, además, lamentó que los hospitales no apliquen los estudios de genes que permiten hacer pronósticos de cáncer, la respuesta a los fármacos de los pacientes y las alternativas de tratamiento.
“Esto influye en el periodo de vida de los pacientes”, remarcó.