Chats revelan supuesta corrupción y tráfico de influencias de Fernando Villavicencio para beneficiar a familiares y manipular la justicia.
Las recientes filtraciones de chats reveladas por el medio digital La Posta exponen un posible entramado de corrupción y tráfico de influencias en instituciones estatales ecuatorianas que involucra al excandidato presidencial Fernando Villavicencio, asesinado en 2023.
Los mensajes muestran gestiones para beneficiar a familiares, favorecer contactos políticos y manipular el sistema judicial, evidenciando una preocupante red de conexiones y privilegios.
Los mensajes sugieren que Villavicencio utilizó sus conexiones para influir en procesos judiciales y fiscales en beneficio de sus familiares, de acuerdo con informes de La Posta.
El 6 de noviembre de 2022, su hermano Eduardo, quien se encontraba con problemas legales, le escribió: «Mañana es la audiencia a las 2:30». Villavicencio respondió: «Ya voy a escribirle a mi amigo«, y posteriormente le aseguró: «Ya está hablado con la jueza«. El 20 de noviembre, Eduardo volvió a pedir su intervención: «Tengo juicio a las 2:30 con la misma jueza«. Al día siguiente, Villavicencio respondió: «Todo está bajo control».
Según el periodista de La Posta, Andersson Boscán, este tipo de maniobras reflejan cómo se manipulaba el sistema de justicia para beneficiar a la familia de Villavicencio. «Eduardo fue señalado por Santiago Cuesta de haber recibido entre 12 y 14 millones de dólares en depósitos a su pizzería, la cual no declaraba impuestos a la renta. Hubo una investigación en la Fiscalía sobre este caso, que fue archivada», señaló Boscán.
Tráfico de influencias y troll center
La trama se complica con la implicación de Gladys Janeth Santos, señalada como pareja sentimental de Villavicencio. Santos habría sido beneficiada con un contrato en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Iess), durante la administración de Guillermo Lasso, lo que refuerza las sospechas de un manejo opaco de fondos públicos.
Antes de contactarse con Santos, Villavicencio habló con Alfredo Ortega, ex presidente del IESS. En la conversación, Villavicencio le expresó: «Estimado Alfredo, buen día, quisiera hacerte una consulta. La amiga de Manabí, coordinadora de coactivas, me dice que han concluido los contratos con los abogados externos y pregunta si la renovación la pueden realizar en Manabí o si piensan hacerlas en Quito». Ortega respondió: «Es mejor hacerlas con liderazgo en Manabí. Pídele que llame«.
Más tarde, en la conversación con Santos, Villavicencio le comentó: «Te paso el contacto de Alfredo para que le expreses el agradecimiento, obviamente si lo deseas», a lo que ella respondió: «Estoy medianamente feliz y, claro, le escribiré a Alfredo».
Por otra parte, según La Posta, Santos habría sido el vínculo entre Villavicencio y una red de tuiteros, a quienes se les pidió difundir contenido sobre la candidata presidencial de aquel entonces, Luisa Gonzáles, del partido Revolución Ciudadana.
En uno de los chats, se muestra una foto de la partida de nacimiento de Gonzáles, a lo que Villavicencio comentó: «Confirmado, Chonera de Chimbacalle. Con eso, los amigos tuiteros deberían darle sin miedo».
Villavicencio con el círculo de Norero
Además, Villavicencio habría mantenido contactos con figuras clave relacionadas con el sistema penitenciario y la lucha contra el narcotráfico. Mensajes con Claudia Garzón, excomisionada de pacificación de las cárceles en el Gobierno de Lasso, y procesada en el caso Metástasis, actuó como mensajera de Leandro Norero, transmitiendo mensajes del narcotraficante a Fernando Villavicencio.
El 12 de octubre de 2022, Garzón le escribió a Villavicencio por pedido de Norero: «Ya no aguanto más. Mi Clau, quiero tener un acercamiento a él. Por favor, Clau, quiero que él me escuche. No es nada como le dicen o piensan. Yo con Correa no tengo nada que ver, ni con nadie de la política.
Clau, te lo juro, no quiero colapsar. No quiero que ese odio que tienen contra mí se les devuelva. Tengo el número de Villavicencio, quiero hasta llamarlo. ¿Cómo hago, Clau?». Este intercambio ocurrió pocos días antes del asesinato de Norero.
Más adelante, Villavicencio se reunió con personas del entorno de Norero, quien le proporcionó información directamente, la cual fue utilizada para sus investigaciones públicas, pero el grado de colaboración y posibles intereses personales aún están bajo la lupa.
«Buen día Claudia, le cuento que nos fue bastante bien en la conversación con el amigo. Buena información”, escribió Villavicencio.
Estas revelaciones, aunque complejas y cargadas de matices, muestran un panorama preocupante sobre la politización de la justicia y el uso del poder en Ecuador.