Editorial de Radio Pichincha
Están más ocupados de tomarse las instituciones, de garantizar procesos “legales e institucionales” a favor de ciertas autoridades y grupos poderosos, antes que hacer el trabajo para el que fueron elegidos y para los que se les paga un sueldo.
Ayer, así como si nada, tres jueces removieron al presidente del Tribunal Contencioso Electoral TCE, Fernando Muñoz, quien reabrió la denuncia contra el presidente de la República del Ecuador. Previamente Muñoz alertó de la intención de tomarse esa instancia del poder electoral. Todo esto en perspectiva de las elecciones de 2025.
Para esto se armó una nueva mayoría integrada por los jueces Ángel Torres, Guillermo Ortega e Ivonne Coloma votaron por la remoción de Muñoz, en una polémica y aparente ilegal sesión extraordinaria. Y ahí Coloma asumió la Presidencia del organismo electoral, mientras que Torres fue designado como el vicepresidente.
Si no queda clara cuál es la intención, nada de lo que hemos vivido desde el Trujillato serviría de nada. Al contrario, se han malacostumbrado a tumbar autoridades, cambiarlas a su gusto, designar a quienes les hacen el trabajo “útil” y con ello hacer lo que garantice sus objetivos de control de todas las instituciones.
Como tienen a la Mafia Mediática de su lado, como creen que el poder es eterno y que manipulando todas las entidades de control y de justicia pueden concretar sus planes, entonces no es un escándalo, no constituye motivo de acción inmediata de la Fiscalía, ni de allanamientos ni nada que se le parezca.
Lo que no hay que dejar de mencionar es que el pasado 5 de agosto, con voto salvado del juez Fernando Muñoz, el organismo aceptó el recurso de apelación al archivo de la denuncia en contra del presidente Daniel Noboa, por una presunta infracción electoral. Esa acción la impulsó el ciudadano Marlon Andrés Pasquel. En esa sentencia, el expresidente del TCE dispuso revocar el auto de archivo de esta denuncia y devolver el expediente al juez de primera instancia para que continúe con la sustanciación de la causa.
¿Se entiende?
Para el buen entendedor pocas palabras. PUNTO