Incluso los seguidores que vienen detrás del nuevo Presidente deben cambiar de actitud porque el país lo requiere, por las crisis que vive y necesita superar, agregó.
Juan Carlos Solines, abogado y político, señaló que en los primeros cien días del Gobierno de Guillermo Lasso se marcará en la ciudadanía la confianza o desconfianza en su gestión, de ahí que el Presidente electo necesita generar alianzas para obtener gobernabilidad: “Abrir el dialogo a través de acuerdo programáticos y puntuales”.
Destacó que el Legislativo fragmentado demanda dialogo incluso con la bancada de la Revolución Ciudadana, para lo cual, dijo, se deberá ceder y poner un gran esfuerzo de escuchar.
“Creo que el punto de partida incluso tiene que ver con los seguidores (del nuevo Presidente) en cuanto al cambio de actitud que el país requiere”.
Aseveró que el mandatario electo no puede desconocer que llega a Carondelet con un país polarizado que se evidenció y exacerbo en la segunda vuelta de las elecciones, de ahí que instó a no desconocer el 47% de votos que obtuvo Andrés Arauz y en ese sentido dijo que no se puede seguir con el discurso de que el correísmo representa lo corrupto o un caudillo: “No podemos decir que la población que votó por esa opción ciega o ignorante”.
Manifestó que el respaldo al modelo o proyecto político de UNES no responde a minorías, por lo que deberá existir un esfuerzo para generar diálogos con el opositor. Respecto a las voces detrás de Lasso que buscan ahondar en la polarización y niveles de enfrentamiento, indicó que el Presidente electo debe generar un nuevo liderazgo, dar ejemplo de tolerancia y ceder para lograr un Gobierno de concertación.
“Creo que Lasso tiene que estar a la altura de los momentos históricos, con un Ecuador que vive en medio de pandemia, que está fracturado a partir de octubre de 2019 y en un contexto de desarrollo acelerado de la tecnología que copa espacios de relacionamiento social y educación”.
Solines indicó que el Gobierno de Lasso enfrentará cuatro crisis severas: sanitaria, económica, moral y política, cada una de ellas con una crisis social detrás que estalló en octubre de 2019 donde se produjo una ruptura social que se debe recomponer.