Editorial de Radio Pichincha.
Entre 12 y 15 millones de dólares serían las pérdidas, en lo que va del año, por asalto a camiones en las carreteras del Ecuador. Y la respuesta oficial, gubernamental en realidad, es como la espera eterna de siempre: nunca dicen nada.
A ello, sin ser menor, se unen los asesinatos, heridos de bala y de armas blancas, de las que son víctimas los choferes.
Y ya que a las autoridades les gustan las cifras, sobre todo cuando se trata de darles la vuelta, hay que decir que los robos en carreteras pasaron de 94 casos, entre el 1 de enero al 10 de julio de 2023, a 193 casos en el mismo periodo de 2024. Eso es un incremento del 105%. De acuerdo con los reportes del ECU 911, hubo 238 alertas por robos en ejes viales en 2024, pero los choferes señalan que esa “cifra es corta”, porque, en ciertas carreteras, no hay señal. Todo eso sin contar que algunos no denuncian ni llaman a la Policía tras un robo o un intento de secuestro.
Las pérdidas millonarias son debido a que los conductores no pueden desplazarse en las noches por temor a la inseguridad. Con todo eso las entregas de mercadería y productos en general, además de los servicios que brindan, impiden una dinámica regular del comercio en todo el país.
Lo normal sería que, de parte del Gobierno, del Ministerio del Interior, sea inmediata y con toda la potencia que requiere una situación de esta dimensión. No es un asunto cualquiera, menos aún conocida antes. Por el contrario, como nunca antes ahora vivimos en circunstancias muy particulares que requerirían de una respuesta inmediata.
Sin embargo, si hay inteligencia, hasta artificial, para ponernos a diario mensajes y piezas audiovisuales donde se disfraza la realidad y/o definitivamente se distorsionan las cifras y hasta se miente descaradamente. PUNTO