Las filas del fujimorismo en el Congreso peruano se van sintiendo más fuertes y más libres. Luego de que la diputada Rosa Bartra presentara un proyecto para que los estudiantes sean trabajadores gratuitos durante tres años para las empresas, ahora es Carlos Tubino quien tensa la cuerda de la opinión pública con una ley que fue bautizada como “Ley Inquisición”.
Una propuesta que pretende modificar el Código Penal para que incorpore el delito contra la libertad religiosa y de culto. Pero esto que puede sonar bien y hasta como una medida tolerante, en realidad busca castigar a “El que, sin derecho ataque a otro, mediante ofensas, desprecios, agravios o insultos a su libertad religiosa y de culto, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años”.
Pero con una serie de agravantes quien no se mostrara tolerante con las ideas religiosas de otra persona podría incluso ser encerrado por 15 años.
La propuesta del congresista naranja “atenta contra la libertad religiosa, de expresión de los no-creyentes y merece el archivo”. Así de categórico fue Guillermo Flores, coordinador de Khuyay Ministries (Ministerio de análisis de la participación de la comunidad protestante en la esfera pública), en declaraciones a La República.
Y agregó que la libertad religiosa ya cuenta con protección constitucional, legal y reglamentaria en el país. “Lo que quiere hacerse aquí es evitar que los no-creyentes cuestionen nuestras creencias religiosas y eso está mal. Defender la libertad religiosa es una cosa, mediante leyes es una cosa; pero defender nuestro orgullo propio mediante leyes que prohíban que otros se expresen de nuestras creencias es otra”, argumentó.
Para Flores este tipo de propuestas fomentan la idea en la sociedad de que algunos creyentes son fundamentalistas y que con una ley de este tipo podrían tener licencia para atacar a quienes no profesen su fe.