Editorial de Radio Pichincha
Imaginemos por un momento que la embajada de Ecuador en Washington o en Londres o en París o en Tokio emite un comunicado diciendo algo parecido para cada uno de esos países:
“Ecuador va a seguir trabajando junto a EE.UU., Inglaterra, Francia y Japón por instituciones transparentes. Los gobernantes (se entiende de esos países) están llamados a liderar con honradez. Tú y yo tenemos el deber de promover una cultura de legalidad e integridad”.
Sin duda alguna, como manda el protocolo tradicional, a los embajadores de Ecuador en esas naciones les darían una patadita en la parte baja de la espalda y les mandaría a recoger sus cosas y regresar a Quito de inmediato.
Es más, la Cancillería ecuatoriana (más aún con la titular actual) pediría disculpas, casi de rodillas y juraría no volver a cometer tremenda osadía y falta de respeto.
Pero aquí ocurre todo lo contrario: el embajador estadounidense Art Brown, sin vergüenza alguna, ha emitido un video a propósito del Día Internacional Contra la Corrupción.
Y con todo el cariño y la ternura que parece le caracteriza aseguró que su país continuará trabajando con el Ecuador a fin de promover instituciones públicas transparentes.
Si se ha oído bien: “promover instituciones públicas transparentes”. Así como si nada.
Volviendo al mal ejemplo anterior, si un francés, japonés, inglés o gringo oyera aquello no solo se reiría, sino que pensaría que se trata de un mal chiste o de una broma por el día de inocentes.
Pero como es el embajador del país donde nació nuestro actual presidente parece que no pasa nada y que debemos aceptar sus palabras con mucha humildad y hasta vergüenza.
Lastimosamente desde Lenín Moreno, pasando por Guillermo Lasso y ahora con Daniel Noboa, los embajadores gringos se creen con todo el derecho y la autoridad de decirnos lo que debemos hacer, denunciar que hay narcogenerales, inducir las medidas económicas y hasta con quién debemos o no tener relaciones diplomáticas.
Por eso ya hay muchas voces que nos denuncian como una neocolonia.
Ojalá nuestra cancillería le pida explicaciones al embajador Brow y podamos mostrar algo de soberanía, autodeterminación y respeto. PUNTO