Editorial de Radio Pichincha
Como lo denunciamos el día de ayer, Radio Pichincha fue víctima de varios y constantes ataques informáticos a todas sus plataformas.
Lamentablemente, eso se volvió en una práctica recurrente por parte de varios grupos políticos y de poder, en contra de un medio de comunicación público, que NO se alinea a los intereses de la Mafia Mediática y que insiste en contar el Otro Relato.
Desde el 2019, hemos sido víctimas de múltiples ataques. La Fiscalía allanó nuestras instalaciones y se llevó nuestros servidores. Luego, nos obligaron a sacar nuestra señal del aire y engancharnos a la Radio Pública, en pleno Paro del 2019 y también intentaron apoderarse de manera ilegal de nuestra frecuencia en FM.
Y si esto no era suficiente, la propia Presidencia de la República inició una campaña de denuncias en contra de los servidores que teníamos en el exterior, en donde se alojaba toda nuestra información y, debido a esto, nos obligaron a salir de la red.
Pasaron varios meses y vulneraron y robaron una cuenta de YouTube con un impacto mensual de más de 10 millones de personas y han contratado trolls y equipos especializados para atacar a TODAS nuestras cuentas en redes sociales.
Eso sin contar el ataque sistemático y constante del que han sido víctimas varios de nuestros periodistas. Ellos han sido amenazados, asaltados, agredidos, linchados mediáticamente y en redes sociales, por un aparato muy bien aceitado y financiado, que intenta silenciarnos a toda costa.
En las últimas horas han intentado vulnerar nuestro nuevo canal de YouTube y atacar al resto de nuestras plataformas, por lo que una vez más lo denunciamos públicamente y pedimos a la comunidad nacional e internacional que siga de cerca este caso, ya que en ningún país y en ninguna democracia es normal que se atente de esta manera contra un medio público y se le intente coartar su derecho a informar.
Esperamos que estas denuncias no caigan en “saco roto”, pero aún si eso pasa, tengan la certeza de que no nos amedrentan ni nos intimidad, de que seguimos con el mismo ímpetu y con la misma tenacidad para informar y contar las historias que nadie quiere contar, para denunciar lo que nadie se atreve y para ser la voz de millones de personas que han sido invisibilizadas y olvidadas.
Contamos con un inmenso respaldo de nuestra audiencia y ese es el motor que nos impulsa a seguir cada día, por eso, tengan en claro que estos intentos de censura, solo nos impulsan a continuar con más fuerza y a seguir contando el Otro Relato. PUNTO