Con maquinaria de varias instituciones se continúa la limpieza en las zonas afectadas en Calderón, Pomasqui y Carapungo.
Punto Noticias.- Aunque la maquinaria de La Prefectura, Empresa de Seguridad del Municipio trabajan sin descanso, el lodo y los escombros no han sido evacuados en su totalidad.
Las 13 familias afectadas por las fuertes lluvias del domingo 31 de julio de 2022, en Quito, todavía no pueden regresar a sus viviendas. Algunas permanecen en hogares acogientes, y otras fueron trasladadas a albergues que dispone el Municipio de Quito.
También las calles y un puente del barrio Santa Clara del Común, ubicado entre las parroquias de Pomasqui y Calderón, evidencian la emergencia que enfrenta esta zona.
Ana María Sánchez, administradora zonal de Calderón, asegura que en coordinación con instituciones municipales, así como con la Prefectura, se brindó la atención primaria a las familias, con vestimenta, colchones, kits de alimentos y evaluación médica.
La Unidad de bienestar Animal socorrió a 49 animales de compañía, que estaban atrapados en los escombros, 45 perros y gatos fueron desparasitados y 23 tutores recibieron alimento balanceado.
El cambio climático se evidencia en esta emergencia
Según Esteban Cárdenas, comandante del Cuerpo de Bomberos del Municipio de Quito, las precipitaciones que se registraron en Calderón y Pomasqui son atípicas, esta zona está catalogada como seca.
Sin embargo, la información proporcionada por el INAMHI, alerta que esta dinámica se repetirá durante todo el año, “días muy calurosos, con alta radiación, pero también tendremos precipitaciones, con diferente intensidad”.
Evaluación de daños
En estos momentos se está haciendo la evaluación de daños y remediación, hay 13 viviendas afectadas y 8 personas damnificadas.
Lo que corresponde, según Cárdenas son las valoraciones estructurales. Estima que no existirán afectaciones estructurales y los ciudadanos podrán regresar a sus viviendas al finalizar la evacuación de escombros.
Este 3 de agosto se realizará una mesa de trabajo en conjunto con la Prefectura e instituciones municipales, a fin de monitorear el estado del puente que se inundó y que fue construido hace varios años por el Gobierno Provincial de Pichincha.
Al respecto, Sánchez enfatiza que la zona es susceptible de riesgos, por las quebradas que están cerca y las construcciones al filo de las mismas, por lo que se requiere una evaluación de un equipo técnico.