Mediante Hidroequinoccio, la Prefectura de Pichincha ha construido 32 obras a favor de la provincia, con una inversión de USD 37 millones.
La prefecta de Pichincha, Paola Pabón, destacó la importancia de administrar lo público desde lo técnico y no desde revanchas políticas, esto a propósito de la crisis energética que vive el país.
Pabón recordó que cuando asumió la administración de la Prefectura de Pichincha, encontró a la empresa pública Hidroequinoccio totalmente quebrada y aunque bien pudo cerrarla por considerarla un problema, incluso económico, prefirió mantenerla, mejorarla e integrarla de personal técnico.
“Yo pude satanizar la empresa pública y deshacerme de Hidroequinoccio, pero le dimos fuerza. Hemos invertido y administrado correctamente”, agregó.
Mediante Hidroequinoccio, la Prefectura de Pichincha ha construido 32 obras a favor de la provincia, con una inversión de USD 37 millones.
Paola Pabón detalló que la empresa pública es parte de un consorcio público privado que administra la hidroeléctrica Palmira, ubicada en Nanegal. La cual ha permitido aportar con 447 gigavatios a la red estatal, durante los seis años de gestión.
“Hemos mantenido esa central que en este momento está en perfeto estado y demuestra que un gobierno local funciona”, aseveró.
Inversión pública
La prefecta de Pichincha resaltó que en estos años se ha demostrado que todos quienes satanizaron la inversión pública y hablaron de un Estado inflado, estaban equivocados, pues aquello ha permitido que las mayorías cuenten con servicios básicos de calidad, al igual que salud y educación gratuitos.
Es así que hoy en día la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair a la que han criticado diciendo que no sirve, que tiene fisuras o que va a explotar, terminó salvando al país con la energía que genera y que hoy permiten que los apagones no sean más largos.
“Hay que invertir para prever y planificar”, remarcó.