No solo se trata de los médicos, enfermeras, auxiliares o personal de limpieza, sino de los mismos pacientes que no tienen medicación, agregaron.
En un panel desarrollado en Punto Noticias, la enfermera y dirigente gremial, Marianita Narváez, junto al médico especialista en medicina de Emergencias, Miguel Ángel Crespo, dieron a conocer la situación de los hospitales y centros de salud públicos a nivel nacional, así como también de sus trabajadores: “La situación es catastrófica”.
Narváez indicó que en el país existen 29 mil enfermeras y enfermeros que han decidido formar Asociaciones en las diferentes casas de salud, ante la falta de representación desde la Federación, misma que, dijo, fue politizada desde hace diez años.
Aseveró que todos junto a personal médico, auxiliares, camilleros y chalequitos, se han unido para exigir el cumplimiento de los derechos establecidos en la Constitución y la Ley Humanitaria promovida en el Gobierno de Lenín Moreno, misma que solo ha sirvió para reducir el salario de trabajadores a escala nacional, pero no para dar nombramiento a quienes trabajaron en pandemia.
“De 12 mil nombramientos a nivel del IESS solo se dio 6.000, el presidente del Consejo directivo dice que no hay dinero”.
Indicó que al momento existe incertidumbre pues hay personal cuyo contrato termina en junio y diciembre, y desconocen cuál será su futuro laboral: “Se desconoce que detrás de un médico, un camillero, una auxiliar, hay una madre que necesita de un trabajo estable”:
Respecto al desabastecimiento, reconoció que en todos los hospitales se ha denunciado este tema, no solo por parte del personal sanitario sino por los mismos pacientes que reclaman medicamentos: “Ahora los ciudadanos se han acostumbrado a hacer un reclamo”.
De otro lado se refirió al proyecto de Ley de Carrera Sanitaria, cuyo informe para segundo debate ya fue aprobado por la Comisión de Salud, en ese sentido indicó que junto a la Coordinadora Andina de Derechos Humanos han entregado propuestas y alcances sobre la norma que contempla 47 artículos.
Explicó que la Mesa Legislativa ha acogido algunos puntos como que en lugar de dirigir la ley a la Red Integral de Salud, se hable de “Todas las Instituciones donde laboren profesionales de la Salud”, asimismo de habría aceptado reconocer “Jornadas Especiales” a fin de equilibrar el horario de trabajo, pues mientras unos laboraban 120 horas otros lo hacían 160 horas, pese a los riesgos físicos, ergonómicos, biológicos, químicos y el psicosocial.
“¿Qué se hizo con los médicos, enfermeras, señoras auxiliares que se murieron en pandemia? Nada, los héroes quedaron en estampilla, pedimos igualdad y equidad en base a Constitución y riesgos”.
Manifestó que el último punto es una jubilación, donde se pide que el personal pueda acogerse a ese derecho a los 30 años de servicio tal cual lo hace el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas y el Instituto de Seguridad Social de la Policía: “Hay enfermeras y médicos que se van con 40 años de servicios hasta cumplir los 60 (…) No son dádivas ni bonos, sino derechos vulnerados”.
En tanto, Crespo, reconoció que la situación en los hospitales es catastrófica, incluso mencionó que en el Hospital del IESS Quito Sur se ha dispuesto al personal cinco veladas seguidas, desconociendo el derecho al descanso, esto mientras se sigue despidiendo a personal sanitario pese a contar con acciones de protección que les permite ampararse y tener estabilidad.
“Lo malo es la indolencia y el quemeimportismo, como colectivo hemos tocado puertas, hemos planteado desde un punto de visto técnico, la inestabilidad laboral y los incumplimientos”.
Informó que como sociedad civil y colectivo se ha hecho acercamientos con los Colegios y la Federación Nacional de Médicos a fin de unir fuerzas en la marcha del 1 de mayo, que se llevará a cabo a propósito del Día del Trabajo.
Puntualizó que solo en este año se tiene previsto desvincular a 3.000 profesionales de los cuales ya se ha despedido a 500 y en ese sentido aclaró que la lucha no solo es del personal sanitario, sino también de los pacientes que no encuentran respuesta en los Hospitales o Centros Médicos Públicos, donde ni siquiera hay un paracetamol: “La marcha va por todos, no solo es por el personal de salud sino por los pacientes que ya no tienen ni medicación básica”.