Ningún ministro ni comunicador puede resolver la crisis de legitimidad del Gobierno y la descomposición de la gestión pública en Ecuador, agregó.
Franklin Ramírez, sociólogo, docente universitario e investigador, destacó que tras los resultados de las elecciones del 5 de febrero de 2023, hay una recomposición política en los territorios. Y que la Revolución Ciudadana y Pachakutik se convirtieron en las grandes fuerzas a nivel local.
“Aunque la Revolución Ciudadana nunca dejó de ser la primera fuerza política del país”.
De Leonidas Iza, presidente de la Conaie, dijo que es una figura política importante desde octubre de 2019. Y que cobra una dimensión de mayor envergadura en junio de 2022, combinando su lugar como dirigente indígena con la de un actor con capacidad de representación política nacional y con discurso de cambio.
“Su proyección hacia la disputa del poder nacional es algo que se viene labrando en su trayectoria de lucha, no es algo anómalo y más bien recoge una corriente de renovación del campo social en Ecuador”.
Asimismo, Franklin Ramírez, docente universitario, puntualizó que el Presidente de la Conaie se vuelve el principal contradictor del modelo neoliberal que retornó en el 2019, retomando el lenguaje del servicio a la nación y marcando diferencia con Pachakutik que se volvió un partido clientelar.
“Esa autonomía le permite situarse como una figura política nacional para disputarse desde el campo popular, democrático y de izquierdas (…). Es una figura de cambio político a nivel nacional como pocas veces ha surgido en los últimos años”.
Llamado al diálogo del Gobierno
Ramírez indicó que el llamado al diálogo del Gobierno no tiene acogida por la falta de compromiso del primer mandatario.
“Mientras el Gobierno no de respuestas a las demandas sociales, ningún ministro ni comunicador puede resolver su crisis de legitimidad y la descomposición de la gestión pública en Ecuador”.
Así también, Franklin Ramírez dijo sentirse sorprendido de que Henry Cucalón haya aceptado el Ministerio de Gobierno por el limitado margen de maniobra en medio de la crisis que atraviesa el país y con un Presidente al que nadie le cree.