En la ciudad de 25 de Mayo, estaba empadronado para votar Santiago Maldonado, en la escuela nº 3 General San Martín. Un voto que no se iba a poder realizar, debido a su fallecimiento, todavía no esclarecido.
El colegio amaneció con fotos de Santiago adornando la fachada del establecimiento como una manera de acompañar el dolor de la familia. Desde la aparición del cadáver en el río Chubut, vecinos y amigos de la familia se acercaron hasta la escuela para ir dejando mensajes y ofrendas de homenaje.
El dolor y la indignación por la muerte del joven se ha hecho un sentimiento nacional que atraviesa a todas las personas de buen corazón que ven cómo un acto de reclamo político puede convertirse en lo último que haga alguien antes de perder la vida en circunstancias, cuanto menos, dudosas.
Claudia Elosegui, la directora de la escuela primaria, contó que “no hay pancartas alusivas al joven Santiago Maldonado, solo fotocopias con su foto aparecieron pegadas en árboles y paredes del establecimiento y de la municipalidad”.
“Nos preparamos como podemos para enfrentar este momento. Acá somos todos respetuosos y sólo esperamos que los comicios se puedan desarrollar correctamente, en forma pacífica”, dijo al diario Perfil. Y agregó: “Todo tiene que salir bien, es una manera de respetar la memoria de Santiago”.
En las elecciones anteriores, en agosto, una bandera se había desplegado en la entrada del establecimiento “Gendarmería: acá falta Santiago Maldonado. Aparición con vida”. Es la escuela donde también votan los hermanos de Santiago, quienes llevaron una foto de su hermano colgando de su cuello.
Las pericias sobre las causas de la muerte de Santiago están en proceso y ha dado comienzo una guerra psicológica en la que el gobierno busca mantener la hipótesis de una “muerte natural o accidental”, cuando en cualquier instancia, la carga de gendarmería contra los mapuches fue ilegal y un “accidente” cuando se intenta salvar la vida, no es un accidente.