Devolver la retención del impuesto a los exportadores no tiene sentido sin el compromiso de que los exportadores ingresen la divisa a la economía nacional.
Dialogamos con el economista Carlos De la Torre, quien considera que las medidas económicas tienen una de cal y una de arena, el gobierno no tenía espacio político para aplicar el compromiso con el FMI y por ello lanzó la liberación de precios de combustible, que igual golpea los bolsillos del pueblo.
De la Torre considera, que en un contexto político y ciudadano tan complejo hizo que no se incremente el IVA, que fue un acuerdo establecido con el Fondo Monetario Internacional, pero se compensa con la liberalización de los precios de los combustibles, lo que genera un impacto fuerte en la economía popular, ya que con los combustibles se transportan muchas cadenas productivas.
Las medidas que son tomadas supuestamente para generar producción y exportaciones, desgraciadamente se les devuelven impuestos a los exportadores sin el compromiso de que ellos ingresen la divisa a la economía nacional. Debería ser que por divisa ingresada a la economía se entregaría esta devolución de impuestos.
Otro sin sentido es bajar los impuestos a vehículos de costo menor a USD 32 000, cuando uno de los principales rubros por donde escapan las divisas es en la importación de automóviles, lo que se promovería es que se comercialicen a precios más bajos los vehículos de baja y mediana gama, que son para uso particular, eso no tiene ningún sentido.
El economista De la Torre afirma, que es contradictorio eliminar el anticipo del impuesto a la renta, ya que era una fuente inmediata de recursos para la caja fiscal que no tiene dinero en este momento. Lo que conflictúa la recaudación fiscal en términos de calendarios, eso puede llevar a situaciones emergentes, y el país estará nuevamente obligado a un financiamiento de corto plazo.
Hay una serie de medidas que son para crear un ambiente político más favorable ahora el gobierno para bajar la tensión popular pero al final estas medidas terminan incidiendo en el bolsillo popular y afectan la demanda de consumo interno, esto no impulsa la producción, esta se impulsa desde la demanda y el consumo, no generando más beneficios a las empresas.
Quitar vacaciones a los servidores públicos y obligarles a entregar un día de salario, eso es demagogia, diciendo que así contribuyen desde el gobierno.
En resumen, una de cal y una de arena con un gobierno sin espacio político para poder aplicar lo que le dijo el FMI. ¿Cuál será la reacción del FMI?, se pregunta De la Torre, porque no están cumpliendo lo establecido en la carta de intención, donde se habla de flexibilización laboral y reformas tributarias que generen ingresos de alrededor de USD 1 500 millones.
Continúa la contracción de la economía por un lado y por otro se va a recibir recursos del FMI, así se genera más complicaciones a la economía sin una contraparte comprometida, no se hace bien ni lo uno, ni lo otro, concluye el economista.