Los controles de velocidad en varias zonas de la ciudad buscan no solo disminuir la cantidad de siniestros de tránsito, sino también fomentar una cultura de respeto y responsabilidad vial, es decir, cambiar la conducta del conductor.
Siguen las acciones para cambiar la conducta del conductor en Quito.
En mayo de 2024 se iniciaron controles de velocidad preventivos en Quito, y durante esta última semana se iniciaron controles sancionatorios, cuyos resultados son positivos, según el Secretario de Movilidad, Alex Pérez.
De los más de 30 vehículos que excedían la velocidad en los controles preventivos, solo siete infractores fueron detectados durante los controles sancionatorios de esta semana, destacó el funcionario.
El resultado más relevante tiene que ver con el número de víctimas.
Según Pérez, en julio de 2024 se registraron nueve fallecidos menos en comparación con el mismo mes del año anterior.
«En el mes de junio tuvimos casi un fallecido diario por siniestro de tránsito. Esta es una realidad que debemos combatir, y no solo con controles sancionatorios, sino también con medidas preventivas y educativas».
Los controles continuarán, pero ahora se llevarán a cabo en ciclos de tres semanas:
- Dos semanas de controles preventivos
- Una semana de controles sancionatorios.
Pérez enfatiza la importancia de esta estructura para reforzar el cumplimiento de las normas de tránsito.
Durante la primera semana de controles, se enfoca en el transporte público y comercial, debido al alto riesgo que representan los siniestros en estos sectores.
La última semana se dedica a los controles sancionatorios, que han demostrado ser efectivos en cambiar el comportamiento de los conductores.
La siniestralidad vial, desde la perspectiva de las víctimas
Alberto Hidalgo, coordinador de Comunicación e Incidencia de la Fundación Cavat, destaca la velocidad como un factor agravante en los accidentes de tránsito.
Para él, la decisión de controlar la velocidad en Quito es un ejemplo a seguir por otras ciudades del país:
«Cada cuatro horas muere una persona por siniestros viales en Ecuador. Es una pandemia silenciosa que debemos combatir desde las políticas públicas y la concienciación ciudadana».
Hidalgo resalta que las políticas de control de velocidad no solo previenen accidentes, sino que también salvan vidas y reducen las lesiones graves y discapacidades que resultan de estos siniestros.
Juan Pablo Rosales, vocero de la Asociación de Peatones de Quito, subraya la importancia de combinar controles con educación e infraestructura adecuada.
Rosales llama a la ciudadanía a reflexionar sobre la velocidad y su impacto en la seguridad vial:
«A 60 kilómetros por hora, un atropellamiento es comparable a una caída desde el sexto piso.
La probabilidad de sobrevivir es mínima.
Necesitamos entender que bajar la velocidad no solo protege a los peatones, sino también a los conductores y sus familias».
Los peatones son los más vulnerables
La alta velocidad de los vehículos no solo pone en riesgo a los peatones, sino también a los ciclistas y motociclistas.
Las cifras son alarmantes:
Cerca del 17% de los atropellamientos resultan en muertes, lo que refleja la gravedad del problema.
Conducta del conductor
El Plan Maestro de Movilidad del Municipio de Quito tiene como objetivo a largo plazo lograr «cero fallecidos por siniestros de tránsito» para el año 2042.
Este ambicioso plan no solo incluye controles de velocidad, sino también mejoras en la infraestructura vial y campañas de educación para fomentar una cultura de respeto y seguridad en las vías.
El Secretario de Movilidad, Alex Pérez, subraya que la meta principal es cambiar la conducta de los ciudadanos:
«No queremos generar multas ni detenidos. Queremos salvar vidas a través del cambio de conducta del ciudadano. Es un esfuerzo integral que requiere la cooperación de todos los actores de la sociedad».
La combinación de medidas preventivas, sancionatorias y educativas ya arroja resultados positivos.
Sin embargo, el éxito a largo plazo de estas iniciativas dependerá de la continuidad y adaptación de las estrategias, así como de la concienciación y colaboración de todos los ciudadanos.
En palabras de Alberto Hidalgo:
«Es hora de cambiar nuestra mentalidad y entender que en casa nos esperan. Menos velocidad, más vidas».