Editorial de Radio Pichincha
Al presidente le gusta hacer anuncios que luego le tapan la boca. Anunció botar a la cúpula policial si no resolvían el femicidio contra María Belén Bernal y ahí tiene sus generales como si el asesino estuviera condenado y encarcelado. Siguen como si nada. Juró que derrocaría el edificio de la Escuela de Policía y ahí sigue bien parado.
Eso solo por mencionar un caso. Hay muchos otros, pero la lista sería larga, demasiado larga.
A propósito de sofocar uno de los tantos motines carcelarios (mejor llamarlos masacres carcelarias) puso un tuit muy auspicioso, por no decir mentiroso. Dijo, textual: “Hemos doblegado al crimen organizado”. Y como ocurre con ciertas patologías, el Presidente Guillermo Lasso se cree lo que dice, asume como si con eso inaugurara una nueva realidad. Eso tiene un nombre muy fuerte en Sicología, que por ahora es mejor guardarlo para que no sea motivo de un nuevo ataque informático a esta radio.
Es decir, el Presidente Lasso cree que lo que dice se vuelve una realidad. Que por cambiar el nombre de un ministerio ya al otro día los problemas de esa cartera de Estado están bien atendidos y hasta resueltos. Así como hizo poniendo el nombre de Mujer a una institución que de Mujer solo tiene el nombre, porque ni recursos tiene, menos una autoridad capacitada para ello.
Pero volvamos: ¿doblegó a la violencia criminal y al crimen organizado? ¿Cuántos cabecillas de las bandas delincuenciales están procesados y sentenciados? ¿Cuántos de esos grupos fueron desarticulados y ahora podemos circular por las calles en paz y con seguridad? ¿Ya tenemos un plan de seguridad, con sus metas y objetivos claros, con sus recursos apropiados y el personal capacitado?
Todas esas preguntas tienen una sola respuesta: un rotundo NO.
Asesinaron ayer al director de una cárcel y un oficial militar chileno está secuestrado. Y parecería que no pasa nada. No es motivo de escándalo, menos de un tuit. Hace poco siete individuos armados se metieron a un centro de salud y fueron detenidos. Ahí si, el presidente y la mafia mediática aplaudieron e hicieron de eso un trampolín para celebrar lo que a pocas horas se desbarató.
Señor Presidente, usted y sus ministros, además de sus aparatos de inteligencia y espionaje no han doblegado al crimen organizado. NO NOS MIENTA NI SE MIENTA. Lo peor que puede pasarle a un ser humano es mentirse y creerse las mentiras como una realidad. Ya vivimos la fatal experiencia de un presidente con esos problemas. ¿Acaso Lenín Moreno fue su maestro y guía en esos menesteres?
La violencia criminal no se erradica poniendo un tuit.
Y por si fuera poco, su ministro del Interior no salió con la linda noticia de declarar en emergencia a la Policía. ¿No será que solo se trata de armar bien los negocios de compras de implementos a Israel a través de amigos y empresas que sacarán una buena tajada con la declaratoria de emergencia?
Ese asesinato al director de la cárcel y el secuestro del oficial le dicen a usted Presidente que no está haciendo nada bien en cuestiones de seguridad y por más consultas populares que nos haga para lavar su imagen, el país requiere resultados. PUNTO