Editorial de Radio Pichincha
Ayer, los periodistas de La Posta, Andersson Boscán y Mónica Velásquez, alertaron que tuvieron que abandonar el país de manera intempestiva y solicitar asilo en Canadá, ya que su vida corre peligro. Además, advirtieron que las mismas instituciones a las que denunciaron estos ataques y amenazas y, por ende, que deberían cuidarlos, también serían parte de un entramado en su contra, que tenía como fin atentar contra su vida y la de sus hijas.
Esto es escandaloso, alarmante y da muestra del nivel de acoso y persecución en el cual vivimos. Lamentablemente, también evidencia que Ecuador se convirtió en un país en el cual no existen las mínimas garantías para ejercer el periodismo.
Para nadie es un secreto que la línea editorial de La Posta es muy distinta a la nuestra, incluso en varias ocasiones hemos sido increpados y atacados por periodistas de este medio de comunicación, pero queremos dejar en claro que expresamos nuestra solidaridad y también alzamos nuestra voz de rechazo en contra de los ataques y amenazas de muerte en contra de Boscán y su familia.
Nosotros sabemos lo que es esto, porque lo vivimos en carne propia. Hemos sido acosados, amenazados, atacados y agredidos por hacer nuestro trabajo, pero, también conocemos lo que es la persecución estatal y gubernamental, cómo operan y cómo utilizan aparatos altamente especializados para atacar a medios de comunicación y periodistas. Incluso, cómo reaccionan cuando nos atrevemos a alzar la voz para denunciar este tipo de atropellos, ya que, en ese momento, activan sus aparatos digitales y troll centers para ratificar estas amenazas y anunciar posibles atentados.
El país se cae a pedazos y lo que sucede con Boscán y les pasó a varios periodistas en el gobierno de Lasso muestra que cada día es más difícil seguir en este oficio, pese a que antes se llenaban la boca hablando de censura y diciendo que vivíamos en una “dictadura”, jamás se vivió algo como esto.
Solo esperamos que el gobierno del Presidente Noboa se tome en serio este tipo de ataques y ponga un alto a este tipo de atentados en contra de la libertad de expresión e información, pues están generando un daño irreparable a nuestra democracia. PUNTO