Los carteles, los tambores, las flores y la música contemplaron la capilla ardiente en memoria de María Belén Bernal, víctima de feminicidio en Quito.
Punto Noticias. Un silencio rotundo se extendió en el teatro de la Universidad Central del Ecuador, las fotografías de María Belén adornaban las paredes de este centro educativo, históricamente contestatario ante las injusticias sociales.
El sentimiento de indignación recorría la sala donde los honores a María Belén repletaron el espacio. Elizabeth Otavalo eligió la Universidad Central porque su hija realizó sus estudios allí.
Finalmente, Elizabeth llegó al teatro junto al cuerpo de su hija, asesinada por su esposo, teniente de la Policía. Una de las escenas más desgarradoras desde que se conoció sobre la desaparición.
Un llanto desolador de Elizabeth inundó el ingreso a la capilla ardiente, las banderas, los reclamos, el enojo de las mujeres empezaron a resonar con mayor firmeza “no estás sola Elizabeth”, “si tocan a una tocan a todas”, “devuelvan a María Belén”, fueron los gritos que sostuvieron a Elizabeth hasta ubicar el cuerpo de su hija para dar inicio al velorio.
La calle de honor estaba lista para que pase Elizabeth, imágenes que han recorrido todos los medios de comunicación. Los abrazos y las condolencias también empezaron a intensificarse, momentos para Elizabeth que la mantuvieron hasta salir a dar sus declaraciones a la prensa.
“Es un crimen de estado”, sostiene Elizabeth al iniciar sus declaraciones. “Mi hija no puede quedar impune, no será una estadística más”, exige también con contundencia la madre de María Belén.
“Yo constante el cuerpo de mi niña, mi hija me abandonó, pero es un ángel y va estar luchando por los derechos de las mujeres”, profundiza Elizabeth. A su alrededor sus familiares y amigos la abrazan para que pueda continuar.
“Hoy en la mañana conversaba con mi niña en la funeraria y le decía que a lo mejor yo no le di todo ese amor que buscaba, pero siempre estuve desde niña que crecimos juntas”, narró con profundo dolor Elizabeth. Declaraciones que paralizaron a todas las personas que estaban en los exteriores del teatro.
Los cuestionamientos, asimismo, no dejan de surgir por parte de la familia de la abogada, de sus allegados y de varias colectivas feministas que exigen transparencia y justicia. La familia aseguró que esto escalará a instancias internacionales y que no permitirán que el asesinato de María Belén quede en la impunidad.
“Ratificó que a mi hija la asesinaron en la Escuela Superior de Policía y es un crimen de estado”, sostuvo con fortaleza Elizabeth al concluir la rueda de prensa.
La marea verde encendida por María Belén
Desde el momento que se conoció sobre la desaparición de la abogada, los colectivos feministas y de mujeres han estado al pie del cañón, denunciando sobre los discursos machistas y revictimizantes.
Junto a Elizabeth, varias organizaciones feministas han ido conteniendo este trayecto tan tenebroso e insisten que esto debe ser considerado como un femicidio. Lilia Rodríguez de CEPAM – Quito, asevera que la desaparición involuntaria no cabe de ninguna manera en este caso.
“El hecho es que las mujeres demandamos que el delito tiene que ser tipificado como feminicidio que tiene una condena de más de 24 a 30 años dependientes de los agravantes”, asegura Lilia. Además, evidencia que al tratar de buscar tipificar de otra manera este delito se intenta bajar las penas encubriendo al feminicida.
De igual manera, los colectivos feministas han dejado en claro su repudio al ministro del interior Patricio Carrillo, que ha emitido en varias ocasiones un discurso misógino en relación al caso, incluso, ha señalado responsabilidades de los propios miembros de la policía sin señalar al mayor responsable del asesinato de María Belén.