La ecuatoriana Gissela Silva González trabajó dos meses en Gaza. Desde el 7 de octubre de 2023, fueron asesinados 200 trabajadores humanitarios y más de 493 profesionales de la salud.
Las Warmis .- Gissela Silva González trabaja desde hace 10 años como sicóloga en contextos de conflicto. Desde hace 4 años es parte del equipo humanitario de Médicos Sin Fronteras y antes de ir a Gaza estuvo en Sudán del Sur.
Silva estuvo en Gaza durante dos meses, entre el 28 de marzo al 28 de mayo de 2024, tiempo en el que pudo evidenciar que los niños y niñas son los más afectados de este conflicto que lleva varias décadas, desde la ocupación de Israel en Palestina.
Los niños “ya no tienen escuela y todas las actividades presentan riesgos”.
Al momento de su regreso a Ecuador, ya se contaban 17.000 niños y niñas en situación de abandono, que ya no tenían referentes familiares y 4.000 niños estaban bajo escombros o desaparecidos.
Atentados contra el personal humanitario en Gaza
Gissela reconoce que “Médicos sin Fronteras” cuida mucho la seguridad de sus equipos humanitarios. Sin embargo, desde el 7 de octubre de 2023, fueron asesinados más de 200 trabajadores humanitarios y más de 493 profesionales de la salud.
Durante su estadía en Gaza ocurrió el asesinato de 7 miembros del equipo de «World Central Kitchen», un hecho que Israel calificó como un «error». Silva lamentó que en las últimas horas un colega palestino de MSF fue impactado por una bomba mientras iba a su trabajo en bicicleta.
Médicos Sin Fronteras ha reclamado constantemente que ambas partes respeten la ley internacional y se proteja a los civiles y al personal humanitario para poder continuar con su actividad imparcial, independiente y humanitaria.
¿Cómo es un día en Gaza?
Hay días en los que los bombardeos se intensifican y se escuchan tiroteos. Muchas personas se han desplazado hasta 20 veces en busca de lugares seguros. Algunos llevan consigo solo una bolsa con pocas pertenencias para evacuar cuando haga falta.
A pesar de todo lo que han perdido, los habitantes de Gaza mantienen el humor, incluso bromean cuando se escuchan bombardeos, relata la psicóloga.
“Si nos cae una bomba nos vemos en el cielo”, le decían.
Médicos Sin Fronteras ha exigido un alto al fuego permanente, para que la gente de Palestina logre reconstruir su vida en alguna medida su vida.
Su regreso a Ecuador
La sicóloga ecuatoriana tiene un hijo de un año y medio, de quien se separó para servir como personal humanitario.
“Yo estoy segura que cuando él crezca, yo le contaré y él se sentirá orgulloso de que su mamá se fue a dar ayuda a niños y a niñas como él, que estaban en una situación muy difícil”.
Aunque todavía está procesando todo lo que ha vivido, se siente tranquila de que personas igual de competentes han tomado su lugar en la dirección de las actividades de salud mental.
Una vez en Ecuador, Gissela busca realizar acciones para visibilizar a la población de Gaza a través de una iniciativa junto a dos ilustradores, para crear mariposas para Gaza y aunque aún están buscando un lugar donde realizar esta actividad con niños y niñas, espera que se pueda enviar este mensaje de amor y de esperanza.