Editorial de Radio Pichincha
En un nuevo acto de quemeimportismo y cinismo con el país, el expresidente Guillermo Lasso se negó a rendir su versión en el Caso Metástasis. Y quizá es algo que no debería sorprendernos; ya que, cuando fungía como Primer Mandatario, nunca hizo el más mínimo esfuerzo para colaborar con la justicia o para combatir a las mafias, que, al parecer, las tenía muy cerca.
“Don Guillermo” tenía que rendir su versión libre y voluntaria este lunes y, aunque esto se convirtió en una noticia a nivel nacional e internacional, él manifestó que nunca fue notificado y no se presentó.
De igual forma, indicó que no iba a colaborar con esta diligencia, debido a que actualmente “trabaja” como profesor en la Universidad de la Florida (en la misma en la que también dio clases Lenín Moreno y que, al parecer, recicla a los peores presidentes de nuestra historia).
Lasso tiene muchas cosas por responder y aún más explicar porque la Comisión de Pacificación, que él formó e impulsó en su Gobierno, estaría plagada de muchas irregularidades.
Varios de las personas que la conformaron ya son procesados en el Caso Metástasis por su “cercanía” con Leandro Norero y también porque, según la Fiscalía, habrían recibido pagos en efectivo de los cabecillas de las bandas delictivas.
Y, por si fuera poco, ayer se denunció, en uno de nuestros noticieros, que Leandro Norero también habría entregado USD 200 000 a Pablo Ramírez, director del SNAI en el Gobierno del Encuentro, como una “colaboración”.
Por todo esto y más, es importante que Lasso le rinda cuentas al país, porque por donde se toca sale pus, y es importante que lo haga con el mismo ahínco con el que pedía que otros expresidentes colaboren con la justicia.
Además, todos los ecuatorianos estamos expectantes para conocer su versión, debido a que no solo la Mafia Albanesa habría sido cercana a su Gobierno, sino que varios grupos delictivos aprovecharon su inoperancia y complicidad para sumirnos en un estado de abandono, a merced del crimen organizado. PUNTO