Las restricciones dirigidas contra sectores específicos de la economía rusa estarán vigentes hasta el 31 de enero de 2023. Estas afectan principalmente a las finanzas, energía, defensa, y en particular algunos bancos y compañías tienen limitado el acceso a los mercados de capital primario y secundario de la UE.
También están prohibidas la importación y la exportación de armas y de artículos de doble uso, y está limitado el acceso de Rusia a ciertas tecnologías y servicios necesarios para la extracción y la exploración de petróleo.
Las medidas restrictivas impuestas por el bloque comunitario hace ocho años fueron ampliadas considerablemente desde el inicio de la operación militar especial de Moscú en Ucrania el pasado 24 de febrero.
De acuerdo con Castellum.AI, (plataforma que proporciona datos e información sobre sanciones globales y controles de exportación), Rusia es el país más castigado del mundo, por delante de Irán, Siria, Corea del Norte y Venezuela.
Contra esa nación están activadas más de 8.700 nuevas medidas restrictivas, en adición a las 2.695 que ya estaban en vigor antes de febrero del presente año.
Las penalidades comprenden la inmovilización de bienes y la prohibición de entrar en el territorio de la UE y afectan a más de 1.200 personas y entidades rusas, entre las que figuran el presidente ruso Vladímir Putin y el ministro de Asuntos Exteriores Serguéi Lavrov.
El pasado jueves la Unión Europea aprobó el séptimo paquete de sanciones contra Moscú, las cuales prevén la negativa de comprar, importar, transferir de forma directa o indirecta el oro de origen ruso, incluido el que previamente fue exportado a la UE o cualquier tercer país, incluida la joyería.
El nuevo portafolio refuerza también el control de las exportaciones de mercancías de doble uso que podrían contribuir al avance militar y tecnológico de Rusia, al tiempo que amplía la proscripción de acceso a los puertos.
Prensa Latina