A su criterio, es la alternativa “menos creativa y más fácil para generar recursos, pero en el mediano y largo plazos implica pérdida de infraestructura, recursos y otros factores”
Punto Noticias. La Universidad Central del Ecuador (UCE) pidió al Presidente Lenín Moreno no continuar con las iniciativas de «monetización» de la Refinería de Esmeraldas, la Central TermoGas de Machala, el Campo Sacha y vender las antenas de CNT y el Banco del Pacifico porque, aseguran, provocará pérdidas para el Estado.
“¿Es oportuno que un gobierno al que le faltan menos de cuatro meses de gestión impulse estas «monetizaciones»?”, cuestiona la Universidad, en un comunicado.
Señalan que se necesita análisis técnicos profundos, debates públicos y evaluaciones objetivas que determinen la conveniencia o no de la estrategia.
En el documento explican que el Banco del Pacifico permitió una regulación indirecta de la banca privada al aumentar la competencia y ha logrado posicionarse, a octubre del 2020, como el segundo banco en el Ecuador por sus activos.
Sobre las antenas de la CNT, mencionan que son parte de la infraestructura clave para el despliegue de la tecnología 5G en el Ecuador. Con respecto a la Refinería de Esmeraldas, indican que produce combustibles como gasolinas, diésel, jet fuel, GLP, entre otros, que permiten regular la competencia de precios para los consumidores locales.
El Campo Sacha, recuerdan, es uno de los más grandes campos de petróleo descubiertos en nuestro territorio (al 2018, 435 millones de barriles) que aporta con, aproximadamente, 70 mil barriles de petróleo por día (15% de la producción nacional) con el costo más bajo de producción, promedio entre $4 y $7. “Solo en el año 2019 se generaron ingresos netos por $1.150 millones”.
Aclaran que sí es necesario trabajar para que las empresas gestionen los recursos de una manera más eficientes, mejoren la tecnología, eleven la productividad y otros aspectos. Pero, a su criterio, monetizar los activos del Estado “es la alternativa menos creativa y más fácil para generar recursos, pero en el mediano y largo plazos implica pérdida de infraestructura, de recursos y de capacidad de inversión y desarrollo”.
Explican que las pérdidas no solo serían financieras, también sociales. “Implicarían elevar el costo de servicios y bienes, así como la reducción de empleos en un momento agravado por la pandemia, que ha generado más de un millón de desempleados, según el INEC”, dice el documento.