Durante julio, agosto y septiembre, en Quito se registraron 282 incendios forestales, lo que afectó alrededor de 1.750 hectáreas.
Si bien un incendio forestal puede darse en cualquier época del año, julio, agosto y septiembre son los meses más propensos en Quito, debido al caluroso clima que hace que la vegetación se seque.
Precisamente en estos tres meses, en Quito se registraron 282 incendios forestales, lo que generó una afectación de alrededor de 1.750 hectáreas.
Si bien todos los incendios son de cuidado y dejan afectaciones, el capitán del Cuerpo de Bomberos de Quito, Gabriel Rodríguez, resalta a los del Panecillo, laderas del Pichincha, Sincholagua e Itulcachi como los más fuertes.
El Capitán indica que el combate a un incendio se compone de cuatro etapas: sofocación y ahogamiento de las llamas, fase de contención, liquidación de los puntos calientes mediante fumigación y fase de monitoreo, mediante drones.
🔴 #Atención || Si bien un incendio forestal puede darse en cualquier época del año, julio, agosto y septiembre son los meses más propensos, debido al caluroso clima que hace que la vegetación se seque. Precisamente en estos tres meses, en Quito, se han registrado 282 incendios… pic.twitter.com/8zsJ1UKu8V
— Radio Pichincha (@radio_pichincha) September 18, 2024
Huella ecológica de los incendios forestales
Tras estas tareas del Cuerpo de Bomberos, el incendio logra sofocarse, pero ¿Qué pasa con las la huella ecológica que dejan los flagelos? ¿Qué pasa con las 1.750 hectáreas de vegetación que quedaron destruidas?
Según el jefe de la unidad de Patrimonio Natural de la Secretaría de Ambiente, Sebastián Pillajo, los procesos de restauración naturales pueden tardar entre 50 y 100 años.
Indica que en zonas de difícil acceso se realizará la dispersión de semillas nativas utilizando un dron forestal. Pillajo habla también de actividades de restauración pasiva.
Finalmente, las autoridades resaltan que los presuntos pirómanos ya fueron identificados, en muchos de los casos gracias a las denuncias y videos de la ciudadanía.
Según el Código Orgánico Integral Penal (COIP), una persona puede ser condenada entre uno y tres años de prisión por «provocar directa o indirectamente incendios o por instigar a cometerlos».
Dicha pena puede incrementarse hasta los 16 años si durante un incendio forestal fallece una persona.