“No es cierto que el traslado sea por razones de seguridad, el Gobierno y la canciller mienten”, dijo la vicepresidenta Abad.
Como “una nueva maniobra para amordazarla y presionarla a renunciar al cargo”, califica la vicepresidenta de la República, Verónica Abad, a la decisión del presidente Daniel Noboa de enviarla a Turquía, país al que llegó ayer.
En una entrevista concedida al diario español El País, Abad aseguró que lo único que faltaría para que Noboa no le transfiera el poder al iniciar la campaña electoral en enero de 2025, “es que le quiten la vida”.
Al ser consulta sobre cuál es la intención de dicho traslado pese a ser Embajadora de Ecuador en Israel, Abad respondió que la intención final es silenciarle.
“El Gobierno busca acallarme una vez más para que no interfiera en su campaña política, en la que evidentemente ya está inmerso. Mi traslado a Turquía no ha sido debidamente preparado.
Hemos estado en diversas mesas de trabajo donde se han cometido atropellos administrativos que vuelven a afectar a mi familia. Plantearon que dejara a mis hijos en Israel para irme sola a Turquía.
No es cierto que el traslado sea por razones de seguridad, el Gobierno y la canciller mienten. El equipo diplomático, por ejemplo, ha decidido quedarse en Israel, mientras que yo tengo que irme sola”, indicó.
La vicepresidenta denunció que no tiene funciones, que lo único que hicieron es ponerle al otro lado del conflicto.
Solo he recibido órdenes de un viceministro
“Lo único que he recibido son órdenes de un viceministro de Relaciones Exteriores [Augusto Barberis] que me indica que debo estar en Turquía el 1 de septiembre.
Lo más grave de su comunicado es que puedo ir, siempre y cuando no haga declaraciones públicas sobre el conflicto entre Israel y Palestina ni sobre la política interna de Ecuador.
Me están enviando a amordazarme.
He solicitado explicaciones sobre por qué me envían a Turquía, pero hasta ahora no he recibido respuestas. Estas son las presiones para que renuncie y abandone el cargo por mi cuenta. El pésimo enemigo, como el propio presidente se ha calificado, no tiene límites”, enfatizó la vicepresidenta.
“Lo único que falta es que me quiten la vida”, insistió Abad porque no hay otra forma para evitar que asuma la presidencia en la campaña electoral. Aseguró que ella está en Ankara, pese al costo familiar porque respeta la Constitución.
Espera que el presidente Daniel Noboa haga lo mismo, es decir, que no atropelle la Ley, las instituciones y a las mujeres.
“No existe otra forma, ni el Gobierno noboísta puede inventarse un mecanismo para evitarlo. Por más que calumnien mi nombre y destruyan a mi familia, como lo están haciendo. Esto tiene que ver con el pilar fundamental de un país, que es la democracia.
Por respeto a la Constitución, estoy corriendo a Ankara a estas horas de la madrugada para cumplir con un decreto, porque la Constitución lo manda.
Espero que el presidente Noboa haga lo mismo y no siga atropellando la ley, las instituciones, las familias y a las mujeres como lo ha hecho hasta ahora”, señalo.