Más de un millón de niños están fuera del sistema escolar en Burkina Faso por el cierre de planteles educativos debido a la violencia, señala Save the Children.
La organización Save The Children detalló que al menos 5.700 escuelas han suspendido sus actividades por la situación de inseguridad que aumentó tras ataques de grupos armados extremistas.
La ONG precisó que las clausuras representan aproximadamente el 22 por ciento de las estructuras educativas en este territorio, donde unos 28 mil profesores están desempleados.
Ante esa situación Save The Children (Salvar los niños), pidió a la comunidad internacional que ayude al gobierno de Ouagadougou con financiamientos para erigir o reconstruir nuevas instituciones para la enseñanza y de esa forma “mitigar los riesgos asociados a esta compleja situación”.
Desde 2015 se recrudeció la violencia en este Estado de África occidental, sobre todo en zonas del norte y este del país, en medio de ataques de los entes radicales Boko Haram, el Estado Islámico en el Gran Sahara y el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes.
Tales agrupaciones son enfrentadas desde hace varios años por el Ejército nacional y tropas aliadas de países aledaños a este territorio.
En Burkina Faso funge como presidente del actual Gobierno de Transición el capitán Ibrahim Traoré, quien el 30 de septiembre de este año encabezó un golpe de Estado militar que derrocó al entonces cabecilla de la Junta militar Paul-Henri Sandaogo Damiba.
Para combatir a los grupos radicales islamitas, el Ejecutivo reclutó en todo el país a inicios de este mes unos 25 mil voluntarios progubernamentales, los cuales apoyarán en tareas de defensa a las tropas castrenses.
Prensa Latina