Editorial de Radio Pichincha
En un país donde un escándalo tapa otro, parece que ya nos estamos acostumbrando a que todas las semanas salte uno y a la siguiente otro. Y de eso, además, las autoridades “se hagan las locas” sin vergüenza alguna.
Ahora tenemos el “Caso Codana”. Y, para variar, de nuevo está involucrada supuestamente la familia del presidente de la República. Los datos, revelados por Radio Pichincha, son los que siguen:
1.- La petrolera estatal Petroecuador adjudicó a tres empresas un contrato por 90 millones de dólares para la provisión de 100,5 millones de litros de etanol anhidro, grado carburante, para el Plan de Elaboración de Gasolina con Etanol.
2.- De esos 100,5 millones de litros de etanol, Petroecuador adjudicó la provisión de 21 millones de litros por 18,9 millones de dólares a la compañía Codana S.A., vinculada a Isabel Noboa Pontón, tía del presidente Daniel Noboa.
3.- Codana S.A. se dedica a la producción, rectificación, envase y comercialización de productos derivados de la melaza de caña de azúcar, aguardiente y otras materias primas no tradicionales, especialmente de alcohol apto para el consumo humano, crudo semi elaborado e industrial. Pero no es la única en el mercado.
4.- El proceso de contratación fue subido en el portal del Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop) el pasado viernes 16 de agosto de 2024, a las 09:00, y la adjudicación se concretó 50 minutos más tarde. Así de rápido, todo en menos de una hora.
Así, tenemos por delante un caso y un tema por abordar porque todos esos millones de dólares del Estado han pasado a una empresa privada, que no es de cualquier familia. Ya han salido los defensores (bien pagados) del Gobierno a decir que antes, en el gobierno de Rafael Correa, también hubo contratos de etanol. Pero la diferencia es que Correa no era ni sobrino ni nada de la dueña de la empresa.
¿Volvimos a tapar este escándalo, como el de Olón, con cadenas nacionales, videos y una gran pauta en la prensa de la Mafia Mediática, además de las piezas audiovisuales en redes sociales, además de echar la culpa a todos los demás?
Ojalá la justicia, las entidades de control y todo lo que haga falta nos den la oportunidad de devolvernos la confianza en su responsabilidad institucional y no en lo que han hecho hasta ahora: su lealtad al poder de turno. PUNTO