A las catástrofes naturales, en nuestro continente, deben contemplarse las catástrofes económicas. Julio Berdegué, representante regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la FAO declaró que “el hambre está aumentado en América Latina y el Caribe por primera vez en la última generación. Esto es inaceptable y todos los latinoamericanos y caribeños deberíamos sentirnos personalmente ofendidos por este retroceso. No podemos dar un paso atrás, poniendo en riesgo la salud, el bienestar o incluso la vida de miles de personas”.
En 2013, 39,1 millones de personas pasaban hambre en la región, para 2015 la cifra se incrementó en otro millón, manteniendo el mismo porcentaje de 6,3 % de la población total, mientras que en 2016 el número se disparó al 6,6 %, o sea 42,5 millones de personas.
América Latina y el Caribe están sufriendo un deterioro que debe ser atendido con urgencia. “América Latina y el Caribe solía ser un líder mundial en la reducción del hambre. Ahora estamos siguiendo la preocupante tendencia mundial”, agregó Berdegué.
Entre los factores que influyen en esta situación, el informe de la FAO contempla la baja del precio de los commodities, los ingresos fiscales reducidos y la subida del precio de los alimentos.
“Junto con el alza del hambre, América Latina y el Caribe vive una gravísima epidemia de sobrepeso y obesidad. La tendencia regional es simplemente una vergüenza, especialmente en lo que se refiere a las niñas y a los niños menores de cinco años, cuyo desarrollo y futuro está siendo erosionado por la mala alimentación”, explicó Berdegué, puntualizando que la obesidad afecta a casi 4 millones de niños latinoamericanos y caribeños.