Más de 1.400 horas han transcurrido del femicidio de María Belén Bernal y el principal sospechoso, el teniente de policía, Germán Cáceres, sigue prófugo de la justicia.
61 días han transcurrido desde la noche del pasado 11 de septiembre de 2022, cuando María Belén Bernal Otavalo ingresó a la Escuela Superior de Policía, en Pusuquí, norte de Quito, institución de la que no volvió a salir. En este recinto, María Belén fue asesinada, en las manos de su esposo, el instructor y teniente de policía, Germán Cáceres, quien permanece prófugo de la justicia.
Los restos de la abogada de 34 años fueron encontrados, en el Cerro Casitagua, a 20 minutos de la Escuela de Policía Alberto Enríquez Gallo, el 21 de septiembre, día en el que se confirmó este femicidio; pues, hasta entonces, María Belén permanecía en condición de desaparecida.
Han sido 61 días, –1.464 horas– de injusticia, angustia y dolor, para la familia de la abogada Bernal. Así lo expresa Elizabeth Otavalo, Madre de María Belén, quien enfatiza que en todo este tiempo ha luchado contra dos monstruos llamados Policía Nacional y Estado ecuatoriano.
«Las investigaciones no avanzan, se han olvidado del caso María Belén Bernal. Ni el ministro Zapata y ni el comandante Salinas me dan respuestas, ya no sé qué hacer, a quién recurrir, a quién implorar…», dice Elizabeth.
La madre explica que se ha recorrido un 50% de los 120 días de instrucción fiscal que tiene el proceso; sin embargo, recalca no hay un avance significativo en los resultados de estas investigaciones y recuerda que Germán Cáceres, principal sospechoso, sigue prófugo de la justicia y fuera de Ecuador y que existe una persona detenida por el femicidio de su hija: la cadete de policía, Joselyn Sánchez. A su vez, expresa su preocupación por el cambio de versiones de los implicados.
«La estrategia de los abogados es que cambien las versiones de todos los involucrados y así, varios de los oficiales también están cambiando su versión de que no han escuchado ni visto nada».
¿Ha mantenido comunicación con autoridades o representantes del Estado, luego de dos meses de este caso?
No tengo contacto con absolutamente nadie. Yo le contacto al señor Juan Zapata, ministro del Interior, y al comandante de la Policía, Fausto Salinas, pero de próxima en próxima semana me engañan con reuniones. Lo único que tengo, es que la Fiscalía me incluyó en el programa de víctimas y testigos, eso es todo.
«Espero que la Fiscalía, en los próximos días, vincule a más personas», continúa Elizabeth y comenta que la Policía Nacional sigue con los procesos administrativos en contra de sus 12 elementos; sin embargo, expresa su preocupación, pues estos procesos, dice, no tienen vinculación con el caso judicial.
«Sé que ellos – la Policía- quieren que no se quiera investigar el caso porque van a caer muchas personas. Desde cadetes hasta grandes oficiales».
Entretanto, Elizabeth Otavalo se encuentra a la espera de una respuesta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para instalar una mesa técnica para investigar este femicidio; pues el organismo internacional ya recibió un informe detallado de los hechos.
«Tenemos 60 días de un dolor intenso, que no sabemos nada. Tenemos 60 días de haber perdido a alguien que amaba con locura. Tenemos un dolor inmenso, pero tratando de seguir y buscando justicia. Ya es momento de levantarnos y decir: ya basta de tanta indolencia en este país».