El abogado de Elizabeth Otavalo expresó su preocupación por el traslado de Cáceres a Ecuador, pues alertó que la instrucción fiscal vence el 15 de enero. «Él tiene mucho que explicar», dijo el jurista.
Fue un turista ecuatoriano el que reconoció al exteniente de Policía, Germán Cáceres, en Colombia, mas no fue un trabajo de la Policía Nacional del Ecuador, aclaró el abogado Galo Quiñonez, defensa de Elizabeth Otavalo, en el caso de femicidio de María Belén Bernal.
Cáceres fue localizado y capturado el pasado 30 de diciembre de 2022, en Palomino, luego de que un turista lo reconociera por su acento y alertara a la Policía de Colombia, que procedió con su captura. Actualmente, Cáceres permanece en Bogotá y se espera que en las próximas horas sea trasladado a Ecuador.
«No es que la Policía de Ecuador estaba en constante vigilancia o persecución, ni siquiera tenía los datos del paradero de Cáceres. Con la captura de Cáceres se demuestra que estábamos perdidos», dijo el abogado.
En entrevista con Radio Pichincha, el jurista expresó su preocupación por el traslado del principal sospechoso de este femicidio en la Escuela Superior de Policía, pues alertó que la instrucción fiscal vence el próximo 15 de enero de este 2023. Una vez cumplido este plazo, Cáceres no tendrá la oportunidad de rendir su versión.
🎙 "Realmente para nosotros siempre va a ser una sorpresa que de manera tardía se haya encontrado a Germán Cáceres. Lo que necesitamos es que se lo traiga al país para hacerlo comparecer ante la justicia". 👇🏽 pic.twitter.com/Kr91hQS5zj
— Radio Pichincha (@radio_pichincha) January 3, 2023
Por esta razón, Quiñones anunció que en las próximas horas se solicitará la ampliación de la versión de Germán Cáceres, para que diga cómo ocurrieron los hechos.
«Si pasamos del 15 de enero, Cáceres ya no tendrá la oportunidad de declarar sobre el femicidio y tendríamos que esperar hasta la audiencia de juicio para que declare. Él tiene mucho que contar, tanto de la participación de Joselyn Sánchez, como del subteniente Camacho», resaltó.
Por otro lado, la defensa anticipó que analizan el viaje de Elizabeth Otavalo hasta Bogotá, para observar y controlar el traslado de Cáceres a Ecuador. Tras la captura del exteniente de Policía, Otavalo hizo un llamado a estar vigilantes en el proceso de traslado. «No vaya a ser que Cáceres se nos suicide», alertó.
Entretanto, el abogado reclamó que desde el Gobierno ecuatoriano no hay empatía con las víctimas. «Ellos tratan de no comunicar nada y mantener el sigilo y eso nos preocupa», dijo.