Editorial de Radio Pichincha
Estamos a menos de un mes de vivir un nuevo proceso electoral en el país. En cuatro semanas, los ecuatorianos iremos a las urnas para decidir sobre 5 preguntas de Referéndum (que establecen reformas constitucionales) y 6 de Consulta Popular.
Para este proceso, se prevé un gasto de USD 60 millones, aunque, hasta el momento, este dinero no se ha transferido en su totalidad al Consejo Nacional Electoral, lo que supondría un riesgo para el desarrollo de este plebiscito.
La campaña por el SÍ y por el NO inicia de manera oficial el 7 de abril y solo debería durar 11 días, a pesar de esto, ya existen varias denuncias por el mal uso del espacio público en favor del oficialismo y también por varios murales, pancartas y gigantografías con la imagen del Presidente Noboa y su organización política en favor de la Consulta Popular.
Y, al parecer, esto no alarma a nadie, mucho menos a las autoridades de control; ya que, cada día, observan como se multiplican este tipo de arbitrariedades y no existe ninguna sanción o al menos un llamado de atención.
Quizá esto se dé porque para el Presidente de la República, Daniel Noboa, esta Consulta representa un medidor en su popularidad y porque podría validar o no su participación en las elecciones del 2025.
Aunque, el Primer Mandatario, demuestra exceso de confianza y ya se siente ganador en este proceso electoral, cada vez son más las voces de la sociedad civil, de diversas organizaciones sociales, políticas y culturales que se oponen a este plebiscito, porque lo consideran innecesario; ya que la mayoría de preguntas podrían pasar por la Asamblea Nacional y también porque contiene varios puntos, que de ser aprobados, se transformarían en severas afectaciones a los derechos de las personas y del país.
Falta 30 días para que todo se defina, pero recordemos que en el 2023 también tuvimos una Consulta Popular impulsada por “Don Guillermo”, en la cual, aparentemente, el SÍ ganaba en las 10 preguntas y al final perdió en todas. Así que no todo está dicho. PUNTO