Editorial de Radio Pichincha
La Fiscalía estadounidense presentó seis cargos en contra de Carlos Pólit y, con ello, el jurado decidió declararlo culpable en todos ellos:
Cargo 1: Conspiración (En Ecuador sería asociación ilícita) para lavado de activos.
Cargos 2, 3 y 4: Lavado de activos en las transferencias realizadas por Plastiquim y Cosani a la cuenta en Florida de Venture Overseas, una de las empresas de John Pólit, hijo del excontralor.
Cargos 5 y 6: la compra de un edificio de oficinas y una remodelación de una casa en Florida.
La jueza del caso, Kathleen Williams, tiene 45 días para emitir la sentencia, en la que deberá establecer la pena que deberá cumplir Pólit, ahora de 73 años de edad. La condena podría ir hasta 100 años y la mínima 45, según los expertos.
Todo ello está sustentado en evidencias, indicios y pruebas. NO ocurrió como acá que se sentencia a partir de cuadernos escritos en un avión o en reportajes de supuestos periodistas. Incluso, por odio político dependiendo de la persona. En otras palabras, en Ecuador, a diferencia de la fiscalía estadounidense, se condena personas, por su filiación política, no por los delitos que se investigan y sustentan con todos los “elementos de convicción”.
Claro que Pólit es un caso de estudio, pero que no es ajeno a lo que en Ecuador se ha vivido con personajes como su sucesor o protegido, en su momento, Pablo Celi. No olvidemos que, en diciembre de 2020, su sentencia de seis años de prisión en Ecuador fue ratificada, en última instancia, por haber recibido USD 10,1 millones en sobornos de la constructora Odebrecht, a cambio de que sus glosas por contratos previos se esfumaran y pudiera volver a operar en el país.
Lo que tenga que ser con sus culpas y delitos, que se lo castigue, pero no dejemos de criticar el abuso mediático que se ha querido hacer de este caso para vincular a otros personajes, pero, sobre todo, para distraernos de lo que está pasando ahora en nuestro país: apagones, sicariato, asesinatos a mansalva y una economía en crisis que se agudiza cada día más. ¿O ya olvidamos que nos subieron el IVA y todo se puso más caro para supuestamente recaudar dinero y con ello financiar la lucha contra la violencia criminal?
La corrupción hay que combatirla en todos sus frentes y en todas sus formas. De eso no nos cabe la menor duda. Y así como en EE.UU. se persiguió y castigó a Pólit o al sobrino de Pablo Celi, también es cierto que hay otros personajes allá instalados desde hace muchos años que cuentan, lamentablemente, con la “protección” de ese país. Asimismo, no dejemos de mencionar las vinculaciones de Pólit con los hermanos Isaías. Por eso, algunos medios “se hacen los locos” con ese “detalle” no menor. Y también nos olvidamos de mencionar esas auditorías de Pólit a ciertos gobiernos locales socialcristianos que terminaron en perdones escandalosos.
Que la justicia sea para todos por igual, pero que no hagamos de la corrupción y la lucha contra ella una herramienta de persecución dependiendo de los adversarios políticos. ¿Sino por qué los escándalos de los INA Papers y de los Pandora Papers no han tenido el trámite expedito que otros? PUNTO