El investigador destacó la importancia de comprender las diferencias entre el crimen organizado y el terrorismo, para combatir eficazmente la delincuencia en Ecuador.
Punto Noticias.- Tras el anuncio del ministro de Gobierno, Henry Cucalón, de que se declarará «terroristas» a bandas delincuenciales relacionadas con el narcotráfico, hay reacciones. El debate se centra en los cambios que debería traer la normativa, el castigo y el accionar de los cuerpos de seguridad.
El Código Orgánico Integral Penal (COIP) señala que una persona sentenciada por delincuencia organizada recibe una condena de cinco a siete años. Mientras un sentenciado por terrorismo es sancionado con 10 a 15 años de prisión. Sin embargo, este castigo puede aumentar de 22 a 26 años, en caso de ocasionar la muerte de una persona.
Jorge Paladines, abogado e investigador en criminología y política de drogas, conversó con Radio Pichincha para analizar este tema.
Si se declara terroristas a estas bandas criminales, ¿cuáles serán las implicaciones?
Si se cambia la denominación a terrorista, cambia la forma de neutralización militar y policial. La idea es construir un nuevo enemigo. No cabe duda de que ciertas organizaciones criminales cometen acciones terroristas, al usar bombas en las calles. Aquí el miedo es el elemento central, generando estado de zozobra.
Aunque no todas las organizaciones criminales emplean el terrorismo como método. Pero en el caso ecuatoriano, ya se han dado señales de que algunas han empleado el miedo como una forma de inducir al terror dentro del Estado.
¿Cuál es el concepto de terrorismo?
Es un concepto difuso. Se emplea cuando paralizan alguna carretera, en huelgas. Es decir, bajo esa denominación de terrorismo, no solo están Los Tiguerones, sino también la Conaie. Y eso deja más preguntas que respuestas porque se daría un cheque en blanco para que el Estado considere como enemigo y pueda neutralizar como tal a todo el que considere políticamente adverso.
¿No queda claro el concepto de terrorista?
No es que necesariamente que no haya una definición real de grupo terrorista. La definición es tan abstracta y peligrosa porque caben organizaciones criminales y políticas. Además jóvenes que quieren protestar o salir a las calles. Si bien algunas organizaciones criminales utilizan el terrorismo como método, no quiere decir que el concepto de crimen organizado sea el mismo de terrorismo o grupo terrorista.
¿Dentro del COIP ya se habla de terrorismo?
El COIP habla de actos de terrorismo, de acciones de terrorismo. Y se busca una nueva definición del orden democrático, del estado de derecho. Las organizaciones criminales que se disputan, en estos momentos, el poder territorial no quieren refundar al Estado ecuatoriano, no tienen esa intención política.
¿Qué quieren?
Las organizaciones criminales quieren acorralar al Estado, acomodarse dentro del Estado para mantener su economía criminal. Aquí hay una gran diferencia. ¿Les interesa, en ese sentido, cambiar el orden jurídico y político del país? No es su objetivo. Lo que les interesa es someter el orden jurídico o permearlo. Buscan un estado de complacencia en el orden ejecutivo, legislativo, e instituciones como la Policía y Fuerzas Armadas. El Gobierno debe comprender eso, que tenemos definiciones legales, con las que debemos combatir a las organizaciones criminales.
Es decir, ¿se debe aplicar la normativa existente?
Es importante decirle a la ciudadanía que tenemos herramientas legales. Estamos viviendo un momento difícil en Ecuador. Y hay que evitar que aparezcan mensajes en apoyo al fascismo o al estado autoritario, para decir que estas herramientas legales o normas no son suficientes, y que lo que necesitamos es un Estado de Excepción permanente, en el que el Ejecutivo decida quién entra y sale de un barrio, quién es definido como terrorista y quién no.
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