Editorial de Radio Pichincha
En una de sus últimas intervenciones, el Presidente de la República, Daniel Noboa, fue consultado sobre la posibilidad de eliminar o focalizar los subsidios a los combustibles en Ecuador. Ante esto, y sin brindar mayores detalles sobre cuál será su política al respecto, Noboa increpó a Leonidas Iza aludiendo que “lo decepcionará” y que con las medidas que adoptará su Gobierno, el presidente de la Conaie, “no podrá hacer relajo”.
Con esto se retoma un debate público que enfrenta dos posturas completamente distintas. Por un lado, a una clase privilegiada que pide que se eliminen los subsidios a los combustibles, sin miramientos de ningún tipo o sin considerar que en Ecuador la tercera parte de la población vive en pobreza o pobreza extrema.
Para esta minoría, pagar unos dólares más no representa ningún problema. Pero, si revisamos la otra cara de la moneda, existen millones de personas a las que este cambio les podría significar un golpe de gracia en su economía familiar.
Eso, sin contar que otra de las propuestas que maneja el Primer Mandatario para recaudar dinero es el incremento del IVA al 15%, algo que también encarecería notablemente todos los productos, en especial los de primera necesidad.
Todos estamos conscientes que se requiere recaudar dinero para atender las necesidades urgentes del país; pero, bien se pueden considerar otras opciones que no afecten directamente a los estratos menos favorecidos, porque en Ecuador, algunas condonaciones son llamadas “incentivos” cuando se aplican a los grandes empresarios y “subsidios”cuando se entregan a los más necesitados.
Por ejemplo, Iza plantea eliminar el subsidio solo para los camaroneros, la pesca industrial, los atuneros y algunos grupos económicos más. Con esto, según sus cálculos, se podrían recaudar USD 1 250 millones anuales.
Además, existen otras propuestas como las de subir el Impuesto a la Salida de Dividas, una contribución especial a los bancos y un impuesto a las fortunas más grandes del país.
Todos estos planteamientos deberían ser motivo suficiente para que Noboa invite a Iza y a otros actores políticos a un diálogo abierto en la Presidencia, con el fin de buscar soluciones concretas que beneficien a las grandes mayorías y, de esta manera, detener más confrontaciones innecesarias. PUNTO