Editorial de Radio Pichincha
El asesinato de la alcaldesa de San Vicente, Brigitte García, además de su comunicador, Jairo Loor, no es uno más de los miles que ya ocurren en lo que va del 2024. Incluso, no es un crimen que se pueda prestar al juego político, como sí se hizo con el asesinato de Fernando Villavicencio, por quienes están muy interesados en hacer de su imagen un ícono de algo que jamás tuvimos verificado.
Ese horrendo crimen de Brigitte García sucede cuando hay un incremento notable de la violencia, del sicariato, extorsiones y secuestros, que a ojos del Gobierno parecería que no existen porque los spots publicitarios nos muestran (como pasó ayer en la transmisión del partido de las selecciones de Ecuador e Italia) otro país, otras realidades y un “paraíso terrenal” que parece que nos cayó de un día para otro.
¿Acaso estamos esperando a que naturalicemos los crímenes contra autoridades como lo ocurrido con el alcalde de Manta, Agustín Intriago? ¿Nos quieren acostumbrar a ver muertos en las calles y en los restaurantes como si fuese una peste y, por lo tanto, no hay ninguna responsabilidad estatal en todo ello?
Lo venimos diciendo desde hace varias semanas: la ola de crímenes no para, la emigración o éxodo masivo de ecuatorianos sigue en aumento, la muerte de niños por una bala perdida o por falta de comida y atención médica es a diario y no hay quien dé la cara. Pero parecería que lo más importante es la Consulta Popular y llegar a ella con la más alta popularidad, con los mejores números sin importar que detrás hay muerte, sangre y desolación.
Ayer domingo, además, vimos la impavidez de las principales autoridades. Ni un mensaje del Presidente, de la ministra de Gobierno e Interior, nada. Pasaron muchas horas para tener un tuit “institucional”. Claro, se trata del asesinato de una alcaldesa de la Revolución Ciudadana, por cierto, la más joven de todo el país. Y a eso se suma la campaña de desinformación y difamación sobre el crimen desde las cuentas que se hacen pasar por independientes o de medios alternativos pero que todos sabemos que son oficialistas y muy ligadas a los grupos de poder económico que sostienen al actual gobierno.
Y de verdad: EN ESTE PUNTO YA NOS IMPORTA UN PEPINO SI HUBO O NO HUBO FARRA EN MADRID, SI SE LANZARON BILLETES O NO, SI LA JUERGA ES ENTRE AMIGOS Y AMIGAS O ENTRE MINISTROS Y MINISTRAS. Ya eso, frente a la cruel realidad de lo que se vive a diario aquí, es de “poca monta”.
Lo que cuenta es saber quién está gobernando para todos y para todas, si de verdad se tiene el pulso del país, de sus dolores y terrores, de cómo se juega con la paciencia y dignidad de la gente. Aquí cuenta que los precios suben, que no hay salario que alcance para los pobres, que el empleo no ha crecido, que hay menos estudiantes en las aulas y más en las calles y en las bandas criminales. Y que mucho antes de aplicar el 15% del IVA ya todo subió y no hay nadie que pueda ejercer control de precios. ESO ES LO QUE CUENTA. PUNTO