El parlamentario Andino indicó que, con estos elementos, el Gobierno puede denunciar de terrorista a todos quienes se opongan a sus decisiones, aunque estas sean arbitrarias.
Virgilio Hernández, exasambleísta y parlamentario Andino, consideró que el miedo y el odio están llevando al país a la debacle.
Hernández indicó que los altos niveles de inseguridad y violencia originaron el miedo en la población y de ahí nace la política de mano dura, a través de la cual se violan algunos principios, como los Derechos Humanos.
Y no solo eso. Para Virgilio Hernández, ese mismo miedo se ha usado desde las altas esferas del Gobierno de Daniel Noboa para limitar la actuación de la oposición y de la sociedad.
“Porque existe la preocupación de la represión y el involucramiento en actividades ilícitas, porque sus acciones pueden ser vistas como actitudes delincuenciales”, agregó.
El parlamentario Andino indicó que, con estos elementos, el Gobierno puede denunciar de terrorista a todos quienes se opongan a sus decisiones, aunque estas sean arbitrarias.
En cuanto al odio, Virgilio Hernández mencionó que esto ha dividido a la sociedad en dos bandos, correístas y anticorreístas, para con esa base imponer la voluntad del Estado encarnada en el presidente de la República, Daniel Noboa: “Yéndose hasta por encima de los marcos constitucionales y legales”.
De otro lado, el exasambleísta enfatizó que es un ‘mal matrimonio’ el de las elites económicas con el poder político porque siempre existirá una tentación para acrecentar riquezas y patrimonio, eliminando competidores y violentando reglas. Esto último se evidencia con lo ocurrido en el esterillo de Oloncito, donde se habría entregado un permiso ambiental a la familia de Daniel Noboa para elevar una construcción.
Por ello, Hernández manifestó la necesidad de establecer unos mínimos democráticos, donde todos estén sometidos a las reglas de la Constitución y la ley.