Eugenia Viteri (1928-2023), gran narradora ecuatoriana, dejó la vida material, pero su obra sigue entre nosotros con idéntica fuerza y esplendor.
Punto Noticias. En la muerte de una escritora del talante de Eugenia Viteri no hay calma. Saltan las letras de sus antologías, se revuelven los versos de sus poemas, en la tempestad no existen los dolientes, solo lectores y lectoras.
Algo así debería ser el homenaje que debería recibir esta gran figura representativa de las letras ecuatorianas en la novela, el cuento y el teatro, pues Eugenia Viteri, (1928-2021) fue un trampolín humano: solidaria e irreverente.
Apoyó a muchas escritoras ecuatorianas, se convirtió en una luchadora por los derechos sociales, al punto que tuvo que vivir varios años en el exilio.
“No podemos olvidar su paso. Nuestro compromiso debería ser leerla y releerla: abrazo su recuerdo”, esto aporta otra gran escritora ecuatoriana, como es Sonia Manzano.
La también pianista la recuerda por su amabilidad, “era una gran anfitriona, una persona cálida, dispuesta siempre a recibir a todos”.
La larga vida de Eugenia Viteri, fallece a los 95 años, se caracteriza también por su trabajo modelador de la palabra. Desde el cuentario “El Anillo” hasta la novela “Las Alcobas Negras”.
“Su obra fue valiente, audaz, atrevida”. Al igual que la gran Elena Garro, cuya obra vive un momento solar, el arte de Eugenia Viteri, espera su momento de brillos.
Fue la compañera de vida de Pedro Jorge Vera, a la muerte de este ocupó un lugar en las letras ecuatorianas, situación que la emparenta con Garro, pareja en su momento del Nobel, Octavio Paz.
“En Ecuador, necesitamos reconocer el aporte de otra gran narradora como es Luz Argentina Chiriboga, compañera de Nelson Estupiñán Bass”, dice Manzano.
Por cierto, Eugenia Viteri jamás recibió el Premio Nacional Eugenio Espejo. ¡Y qué importa!, nos quedan sus letras.