La reserva internacional solo beneficia a los tenedores de bonos, es decir a los acreedores privados, agregó.
El exministro de Finanzas y secretario Ejecutivo del Foro de Economía y Finanzas, Marco Flores, destacó que el problema número uno del Ecuador es la pobreza y aquello se evidencia en la reciente tragedia en Alausí, en donde se ve a las familias recogiendo a sus muertos en la más absoluta miseria.
“El Gobierno no quiere entender que el problema de Ecuador no es el déficit”.
Marco Flores señaló que el mismo Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), adscrito al Ejecutivo, apunta que en Ecuador hay 7 millones de pobres. Es decir que hay ecuatorianos que viven en una situación desesperada, a tal punto que no dudan en meterse a selvas para cruzar fronteras y obtener un plato de comida.
“Las políticas neoliberales lo único que han hecho es agudizar los problemas de la gente, no les ha dado solución y las han agudizado, ahí está la ola de migrantes”.
Criticó que esto ocurra cuando existen USD 8 000 millones en reservas internacionales, pues bien podría el régimen tomar USD 2 000 millones para ayudar a paliar la crisis y empujar a la economía que necesita crecer de manera urgente.
Marco Flores puntualizó que en los últimos 20 años la reserva era menos de USD 3 000 millones y nunca pasó nada con la dolarización. Por tanto el miedo que pone el Gobierno para argumentar que no puede tomar ese dinero no es real. Además subrayó que los únicos beneficiarios son los acreedores privados de la deuda externa, que poseen USD 18 000 millones de bonos.
Flores calificó como inadmisible que el Gobierno hable de endeudarse con USD 200 millones, para atender las emergencias, cuando ya tiene una deuda que bordea los USD 80 000, misma que en dos años será una carga pesada para la gente.
Flores rechazó que se quiera mantener la misma política de austeridad de los últimos seis años, pese a que se ha demostrado que no ayuda a la gente ni ha permitido superar la crisis, sino que la ha ahondado, aumentando los niveles de pobreza y extrema pobreza.
“Es necesario usar temporalmente USD 2 000 millones de las reservas, pero lamentablemente no solo luchamos contra el dogmatismo neoliberal sino contra los intereses personales, que impiden llevar una política económica solidaria y decente”.
Enfatizó en que el régimen no puede pretender entregar el campo Sacha aduciendo que eso será inversión para atender a la gente, porque aquello solo representaría una pérdida para el Estado y una ganancia para un privado.