La salida de los consejeros presidenciales Ricardo Patiño y Virgilio Hernández y de la secretaría de Gestión Política, Paola Pabón, fue tomada con calma al interior de Gobierno. Según pronunciamientos los funcionarios serán reemplazados (sin conocer nuevos nombres todavía) y el camino trazado por el Primer Mandatario continuará sin alteraciones.
Según el ministro de Defensa, Miguel Carvajal, cree que se trata de construir la idea de que Moreno está tomando un camino hacia la derecha política. Sin embargo, él ratifica que se mantiene en los lineamientos ofrecidos en campaña.
El pasado martes, Glas aceptó que no tiene una línea de comunicación con Moreno, que están “divorciados”. Incluso afirmó ya no ser parte del Gobierno, aunque sí el Vicepresidente de la República y de Alianza País. La Dirección Nacional del movimiento es la encargada de elegir al titular de la organización. Por ende, también puede removerlo. Pero Ricardo Patiño dijo que las renuncias no implican quitar apoyo a su presidente. Junto con Pabón y Hernández, afirmó que salieron porque necesitan libertad para trabajar por la unidad del oficialismo y para defender el proceso “sin contradicciones”.
Los tres renunciantes insistieron en que desde el movimiento reclamarán para que se cumpla con el plan de Gobierno oficialista. Y reivindicarán la imagen de los funcionarios que trabajaron para el Régimen anterior. Esto, porque las “generalizaciones” hechas por Moreno sobre la corrupción envían un “mensaje equivocado”. “Sin duda es un momento difícil y no lo queremos esconder”, admitió Hernández el viernes por la noche.
La situación del Vicepresidente también ha puesto presión sobre el bloque legislativo de AP. Aunque el viernes actuaron orgánicamente y aprobaron que la Justicia citará a Glas para vincularlo en el caso Odebrecht, por presunta asociación ilícita. Pero legisladores como Marcela Aguiñaga, Gabriela Rivadeneira y Soledad Buendía aclararon que si bien su voto fue a favor, ellas respaldan a Jorge Glas. Y también dijeron que apoyan a los tres funcionarios que dejaron sus cargos. (El Comercio)