Para Elesban Jaramillo, el Gobierno no tomó medidas a tiempo, con cortes programados, porque le significaba un costo político a puertas de una consulta popular.
Elesban Jaramillo Neira, presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Loja, señaló que si bien podrían disminuir las horas de cortes de energía, lo que sí será imposibles es quitar los apagones en al menos dos o tres meses.
El especialista recordó que en diciembre de 2023, el Operador Nacional de Electricidad (Cenace), ya alertó al Gobierno de Daniel Noboa de que el nivel de agua bajó considerablemente en los embalses, mucho más que el histórico del año anterior y que provocó los apagones en noviembre, por lo que instó a prevenir, pero no se hizo nada.
“Lamentablemente pusieron a una persona (Andrea Arrobo) que no conocía la parte eléctrica y que además estaba a cargo de los tres sectores estratégicos que son conflictivos”, agregó.
Elesban Jaramillo contó que el 26 de octubre de 2023, previo a la posesión de Daniel Noboa, los Colegios Eléctricos del país se reunieron para elaborar un plan de prevención de cortes de energía, ante la crítica situación del sector. El documento habría sido enviado al equipo del presidente de la República, pero nunca tuvo respuesta.
“Ahí se quedó nuestro pedido de reunión para plantear alternativas”, remarcó.
Jaramillo indicó que si bien el Gobierno aseguró que existía una probabilidad de que los apagones regresen en agosto de 2024 debido al estiaje, los técnicos ya alertaron que aquello iba a ocurrir mucho antes, tal cual está pasando.
“Hemos perdido tiempo, cerca de cinco meses de Gobierno, donde se debieron contratar parques térmicos y barcazas”, aseveró.
El presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos sostuvo que el exministro Fernando Santos Alvite, previo a su salida, adjudicó un contrato a una empresa para que llegue una barcaza al país y provea 120 megas de energía, pero todo se botó abajo por presunta corrupción y ahora para iniciar un nuevo proceso llevará tiempo.
“No hay solución a corto plazo”, remarcó.
Esto no se puede llamar sabotaje, subrayó Elesban Jaramillo Neira, ni mucho menos se puede culpar al personal técnico porque ellos no podrían abrir las compuertas para desperdiciar el agua, además que provocaría daños y destrozos a su paso, hasta llegar a Paute, donde se destruirían los equipos.
“Permitieron que Mazar llegue a niveles mínimos. Lo más bajo que se puede registrar es de 2 115 sobre el nivel de mar y hasta ayer estaba en 2 108, por eso dejó de operar el miércoles”, puntualizó.
Para Elesban Jaramillo, el régimen no tomó medidas a tiempo, con cortes programados, porque le significaba un costo político a puertas de una consulta popular.
¿Hay soluciones inmediatas?
Para Elesban Jaramillo Neira lo que podría pasar es una disminución en el tiempo de cortes de energía, pidiendo a los industriales que prendan sus plantas generadoras y así ellos se desconecten de la red y liberar entre 250 a 300 megavatios.
Mientras tanto, dijo el técnico, el Gobierno tiene que empezar a buscar barcazas cercanas para que provea energía, además de crear campañas de ahorro de energía.