La Agencia Metropolitana de Control confirmó que el proceso de investigación se realiza a toda la patrulla que participó durante el operativo del pasado 15 de marzo en los exteriores de la Universidad Central.
Las Warmis.- El relato de Carlos Méndez, un joven afroecuatoriano de 21 años, evidencia un problema que a menudo se mantiene en las sombras: el perfilamiento racial y la violencia de las autoridades de control.
El viernes 15 de marzo, mientras Carlos salía de su trabajo en un Call center cercano a la Universidad Central, en Quito, se encontró de repente en medio de un operativo de la Agencia Metropolitana de Control. Lo que siguió fue una secuencia de eventos angustiosos para él y su compañero de trabajo, también afrodescendiente.
“Íbamos a la parada para retirarnos a la casa y justo los policías se suben por la vereda y nos persiguen. Uno de los policías se acerca y me dice:»¡¿qué, cansado de bailar?», y yo yo lo único que hice, fue decirle «salgo de mi trabajo nada más»”.
Según el relato de Carlos, los Agentes Metropolitanos les echaron gas en los ojos, les empujaron con la moto y les golpearon con el tolete.
“Mi compañero se logró zafar y fue corriendo a buscar ayuda”, dice Carlos.
Tras este episodio, Carlos se sentó en unas gradas, como se observa en un video que se hizo viral, tras ser compartido en redes sociales. Los Agentes lo siguen golpeando, sin que ejerza resistencia; le patean en el rostro y en varias partes de su cuerpo.
“Me ardían los ojos, la cara, no podía ni ver y los policías me siguen y me botan al suelo y me comienzan a patear la cara, todo”, recuerda el joven afroecuatoriano, quien asegura que el no estaba bebiendo, o en alguna conducta que pudiera llamar la atención de los Agentes Metropolitanos.
“Yo me encontraba saliendo de mi trabajo y retirándome a mi casa”, reitera.
Las palabras de Carlos reflejan una realidad dolorosa: el perfilamiento racial es una práctica arraigada en la sociedad ecuatoriana, donde las personas afrodescendientes son sistemáticamente vistas como sospechosas o peligrosas debido a su apariencia física.
👭#LasWarmis || Carlos Méndez, el joven afroecuatoriano de 21 años agredido por agentes metropolitanos en Quito, narra que al salir de su trabajo, en la zona de la Universidad Central, el y su compañero, también afroecuatoriano, caminaban a la parada del bus para retirarse a sus… pic.twitter.com/GvvbB28hzZ
— Radio Pichincha (@radio_pichincha) March 19, 2024
La abogada Diana León, representante legal de Carlos, señaló la gravedad del incidente y el deber de la justicia de abordar el delito de odio que subyace a este tipo de agresiones. «Estamos comprometidos en asegurar que se haga justicia y que se reconozca el racismo estructural que permea nuestras instituciones», afirmó la abogada.
Desde el Municipio de Quito, se han emitido pronunciamientos, rechazando el hecho. Sin embargo, la falta de comunicación directa y acciones concretas para respaldar a la víctima generan preocupación en la comunidad afroecuatoriana.
«Solicitamos una reparación integral para Carlos, que incluya apoyo psicológico, disculpas públicas y medidas concretas para prevenir futuros casos de perfilamiento racial», enfatizó Diana León.
La activista afroecuatoriana Sista Karla agregó una perspectiva crucial al debate, destacando que el perfilamiento racial no es un incidente aislado, sino parte de un patrón más amplio de discriminación arraigada en la sociedad ecuatoriana.
«Hablar del perfilamiento racial es hablar de la opresión que enfrentamos como comunidad afrodescendiente», señaló Sista Karla.
En respuesta a la agresión, el Consejo de Protección de Derechos del Distrito Metropolitano de Quito ha tomado medidas para abordar la situación. Esto incluye, ofrecer el apoyo a la familia de Carlos en el proceso de denuncia, así como programas de sensibilización para funcionarios municipales sobre derechos humanos, enfoque intercultural y uso progresivo de la fuerza, para evitar que este tipo de hechos se repitan, aseguraron desde la oficina de prensa.
También se concretó la firma de un convenio interinstitucional con Instituto de Capacitación Municipal (ICAM) para la implementación de la Escuela de Derechos que servirá para la preparación y capacitación de servidores municipales.
Por su parte, el Cuerpo de Agentes Metropolitanos aseguró que la investigación de la agresión está en curso, y se realiza en el marco legal de la LOSEP y el COESCOP, como entidad de seguridad complementaria. La misma tiene un plazo de 90 días, luego de los cuales se determinará quienes estuvieron involucrados y su nivel de responsabilidad.
La indagación se realiza a toda la patrulla que participó en el operativo, es decir 6 agentes, sin que signifique que todos tengan un nivel de responsabilidad, aseguraron desde la unidad de prensa de esta entidad.
Tanto la abogada de Carlos, como la activista Sista Karla, esperan que los procedimientos se realicen con celeridad y se ofrezcan garantías efectivas de protección y reparación a Carlos, pues al dar la cara y hacer público este hecho, considerado por ellas de racismo y abuso de poder, se expone su seguridad.