El portavoz de las Fuerzas Armadas Israelíes, el general de brigada Daniel Hagari, reconoció incidentes en la frontera, advirtiendo a Hizbulá que Israel responderá de manera significativa a cualquier amenaza.
Este 13 de octubre de 2023, en la frontera sur de Líbano, el camarógrafo de Reuters, Issam Abdallah, fue asesinado mientras transmitía en vivo desde Alma al-Shaab. El ataque, atribuido a Israel, también dejó heridos a periodistas de Al Jazeera y Agence France-Presse (AFP).
Reuters confirmó la trágica pérdida de Abdallah, parte de un equipo que ofrecía una señal en directo desde la región. Dos periodistas más de Reuters, Thaer Al-Sudani y Maher Nazeh, resultaron heridos, junto con Carmen Joukhadar y Elie Barakhiya de Al Jazeera, y dos periodistas de AFP aún no identificados.
Israel bombardea a un grupo de periodistas en el sur de Líbano, matando a un videógrafo de Reuters e hiriendo al dos miembros del equipo de Al Jazeera. pic.twitter.com/9Kl1dr01B3
— AJ+Español (@ajplusespanol) October 13, 2023
El incidente ocurrió cuando un proyectil impactó directamente en el grupo de periodistas debidamente identificados. Las Fuerzas de Defensa de Israel afirmaron que su acción respondía a una explosión en la valla de seguridad cerca de Hanita, al otro lado de la frontera.
El corresponsal de Al Jazeera, Ali Hashem, describió la escena como «horrible», destacando que el equipo de periodistas llevaba claramente distintivos de prensa. Las tensiones en la zona se han intensificado en los últimos días, con intercambios de ataques entre Israel, Hizbulá y facciones palestinas.
El portavoz de las Fuerzas Armadas Israelíes, el general de brigada Daniel Hagari, reconoció incidentes en la frontera, advirtiendo a Hizbulá que Israel responderá de manera significativa a cualquier amenaza.
Asesinar periodistas, ¿un crimen de guerra?
En su condición de civiles, el derecho internacional humanitario protege a los periodistas contra ataques directos, salvo que participen directamente de las hostilidades y mientras dure tal participación. Las infracciones de esta norma constituyen una violación grave de los Convenios de Ginebra y del Protocolo adicional I.
Además, dirigir un ataque contra un civil de manera intencional, ya sea durante un conflicto armado internacional o no internacional, también equivale a un crimen de guerra de conformidad con el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.